69 Festival de San Sebastián
uevamente, según ocurrió antes en Cannes y en Venecia, ha sido una realizadora la que gana el premio principal de un festival. Así, la Concha de Oro fue para la rumana Alina Grigore por la película Crai nou ( Luna llena) que, francamente, me pareció de lo peorcito de la competencia, un sicodrama histérico de una familia disfuncional. En el mismo tenor, el Premio Especial del Jurado, o sea el segundo lugar, fue para la insufrible Earwig, de la francesa Lucile Hadzihalilovic. ¿En qué estaba pensando el jurado, integrado mayoritariamente por mujeres y presidido por la georgiana Dea Kulkumbegashvili?
Obviamente había una agenda feminista que cumplir pues el premio a la mejor dirección, este sí comprensible, fue para la danesa Tea Lindeburg por Du som er i himlen ( Que estás en el cielo) y la de mejor intérprete fue para su protagonista, la joven Clara Ofelia Hofmann Lindah, compartido ex aequo con la estadunidense Jessica Chastain por The eyes of Tammy Faye, de Michael Showalter, retrato por demás superficial de la esposa del evangelista caído en desgracia Jim Bakker.
Hubo mucha controversia en un principio, porque el festival decidió eliminar la diferencia de género en el premio de interpretación. Pero igual el jurado otorgó un premio al mejor reparto a la producción española Quién lo impide, mezcla de documental y ficción debida a Jonás Trueba, donde había hombres y mujeres.
El premio a mejor fotografía fue para la francesa Claire Mathon, por Enquête sur un scandale d’état ( Encuesta sobre un escándalo de Estado), de Thierry de Peretti. Y el único premio individual a un cineasta del género masculino fue para el británico Terence Davies, por su guion de Benediction ( Bendición).
Noche de fuego arrasa con los premios paralelos.
Por otro lado, la producción nacional Noche de fuego de Tatiana Huezo fue la gran ganadora en los premios paralelos, llevándose el Premio Horizontes Latinos, el Premio AECID de la Cooperación Española y el Premio TVE Otra Mirada. La directora salvadoreña/mexicana repitió tres veces sus agradecimientos y su mensaje a favor de la mujer en nuestro país.
El Premio del Público de la ciudad de Donostia fue para Petite Maman ( Pequeña mamá), de la francesa Céline Sciamma, que desde los primeros días del voto popular se perfilaba como la favorita. Mientras que el premio Kutxabank a Nuevos Directores fue para Nich’ya ( Indeseada), de la rusa Lena Lanskih; y el premio Zabaltegi Tabakalera fue para Vortex, del argentino Gaspar Noé.
Finalmente, el premio Irizar al Cine Vasco fue para Maixabel, de la cineasta Icíar Bollaín. De cierta manera, fue poco lo que ganó el cine español después de haber competido con cuatro títulos. Además, de Maixabel y Quién lo impide, concursaron la película de horror La abuela, de Paco Plaza, y la comedia El buen patrón, de Fernando León de Aranoa.
En resumen, una satisfactoria edición del festival donostiarra. Nomás no se les ocurra ver las películas con los premios principales.
Twitter: @walyder
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