EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
jueves, 21 de diciembre de 2017
Ya no hay izquierdas
Ya no hay izquierdas
Octavio Rodríguez Araujo
¿S
i la izquierda se alía con la derecha sigue siendo de izquierda? En mi opinión no. Más bien me parece un escándalo que Morena haya acordado una coalición con el Partido Encuentro Social y más después de lo mucho que fue criticado el PRD por buscar y llevar a cabo alianza con el PAN.
Si el PRI y el PAN, además del PVEM y Panal, son de derecha, ¿dónde ubicamos al PES? Comencemos por sus valores explícitos: partido conservador que se dice no religioso a pesar de haber sido formado y nutrido por cristianos evangélicos que han elevado el evangelio de Jesucristo como soberano y por encima de todas las esferas de la vida, pública o privada; es un partido que milita en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo, de la adopción de niños por éstos y que está abierta y enfáticamente en contra del aborto. No puede pasarse por alto que los evangélicos de Chile, dos años después del golpe militar se acercaron al gobierno de Pinochet y que, según H. Brum, de Brecha (15/12/17), un grupo de pastores declaró que las denuncias internacionales de las violaciones a los derechos humanos eran injurias contra las fuerzas armadas. Sin comentarios.
En términos políticos el PES es pragmático y sus valores fundamentales pasan a segundo término, supuestamente sin renunciar a ellos, a la hora de hacer alianzas electorales: igual las ha hecho en México con el PAN y el PRI que ahora con Morena. Uno de sus ideólogos, Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), escribió en El Cotidiano (mayo-junio 2014) que nadie puede negar que el proyecto del PES y sus operadores son principalmente laicos cristianos evangélicos. Dijo, asimismo, que al PES le convendría, para mantener su registro en 2015, y actuando fríamente, estar a la mano del priísmo que “hasta ahora ha mantenido la preferencia en muchos sectores del país. El ‘pero’ –añadió– es que el PES no es muy bien visto por el grupo de Videgaray.”
Vale decir que ya desde entonces los evangélicos preferían aliarse, llegado el caso, con Andrés Manuel López Obrador más que con el PRD y sus antiguos aliados: PT y MC. Con el primero, señalaba Farela, porque su figura se corresponde más con la defensa del pobre, por una vida desapegada de los afanes del poder y por la congruencia y honradez durante estos años. Sin embargo, en la elección de gobernador del estado de México (2017), el PES participó en la coalición encabezada por el PRI con Alfredo del Mazo como candidato, y ahí demostró que su fuerza se reducía a 49 mil 797 votos, es decir nada de qué presumir. De hecho, el PES fue el partido que, en la suma de votos en Edomex, Nayarit, Veracruz y Coahuila, obtuvo la más baja votación de todos. ¿Sus dirigentes pensarán ahora que AMLO va a ganar en 2018 y por eso lo apoyan? Si aciertan en sus cálculos habrán hecho un muy buen negocio: ofrecer su porcentaje de votos, que en 2015 fue ligeramente superior a 3 por ciento, a cambio de 25 por ciento de las candidaturas al Senado y a la Diputación. Recuérdese que en el convenio de coalición de Morena con PT y PES, al primero le tocaría 50 por ciento de los cargos, 25 por ciento al PT y el otro 25 por ciento al PES. La coalición se llama Juntos Haremos Historia (JHH), un nombre, como se puede apreciar, muy imaginativo que se presta a muchas interpretaciones, unas buenas y otras malas.
Es evidente que en cuestión de nombres de coaliciones la imaginación de sus autores ha decaído tanto como los partidos. La del PAN con el PRD y MC es Por México al Frente (PMF) y la del PRI con el Verde y el Panal, sin duda la más original: Meade Ciudadano por México (MCM). Si los nombres de las tres coaliciones entraran en un concurso, éste estaría muy reñido. ¿Cómo le llaman en Estados Unidos a los anti-Oscars del cine? Por si no lo recuerdan son los Golden Raspberry, popularmente conocidos como Razzies destinados a los peores filmes y actores. ¿A cuál coalición le daríamos el Razzie de la política? Si de mí dependiera, el Razzie se lo daría a la coalición encabezada por el PRI.
¿Y de estas tres coaliciones cuál sería de izquierda? ¿La que encabeza el PAN porque tiene al lado al PRD y al MC? ¿La del PRI con el PVEM y el Panal que cambió su apoyo a cambio de que devolvieran a Elba Esther Gordillo a su casa de Polanco? ¿La de Morena con el PES y el PT?
¿Qué me pasa? Debo estar muy mal y los años me juegan bromas muy pesadas: no me he dado cuenta de que es obsoleto hablar de izquierdas y derechas, vivo en el pasado. Sí, sin duda, con la salvedad (y no es mi imaginación) de que las derechas no sólo existen sino que son más fuertes que nunca. Lo que ya no hay son las izquierdas. En realidad los partidos se han desdibujado ideológicamente y lo que subsiste son elecciones y candidatos, unos mejores (o peores) que otros; y a lo que nos están invitando es a que votemos por ellos, no por posiciones políticas ni ideologías, ni siquiera por partidos. ¿Me tendré que abstener por primera vez en mi vida o mejor votar nulo? ¡Qué dilema! Habré de pensarlo ya que siempre he estado en contra tanto del abstencionismo como del voto nulo.
rodriguezaraujo.unam.mx
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