EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
martes, 6 de septiembre de 2016
Mexico SA
México SA
Economía, punto crítico
Fragilidad de porcelana
China enciende alarmas
Carlos Fernández-Vega
E
l gran dragón lanza un mensaje a la siempre alegre comunidad de genios nacionales y foráneos –todos ellos neoliberales– que a lo largo de ocho años han repetido como pericos que la crisis de 2008-2009 se superó de tiempo atrás y que los fundamentos están más sólidos que nunca. China aparece como el único liderazgo realista, al advertir que la economía mundial se encuentra en un punto crítico y 2017 será un año por demás delicado.
Las proyecciones sobre la economía mundial bajan un día sí y el siguiente también (México es experto en la materia), pero parece que nadie hace caso de las advertencias que conllevan tales recortes y las señales que apuntan hacia otra gran sacudida mundial, algo que se ha convertido en la norma en un modelo que echa chispas por doquier. Los genios intentan convencer de que son simples coyunturas, cuando a todas luces se trata de un grave problema estructural.
A pesar de ello, los grandes centros de decisiones económicas y políticas desechan las advertencias y alegremente se dedican a parchar por aquí y allá para demostrar que se trata de meros estornudos propios de la libertad económica y del rey de la fiesta, el mercado, mientras los indicadores –especialmente los sociales– caen velozmente. Las crisis las pagan los pueblos, cada día a un precio mayor, no los gobiernos.
Así, no es gratuita la advertencia del presidente chino, Xi Jinping, quien al inaugurar los trabajos de la cumbre de líderes del G-20 sentenció: “ocho años después de la crisis financiera internacional, la economía mundial vuelve a estar en un punto crítico… El proteccionismo va en aumento, el régimen comercial multilateral está en una situación difícil y sigue existiendo el riesgo de burbujas”, las cuales, dicho sea de paso, revientan y arrasan. De allí la urgencia, subrayó el mandatario, de tomar medidas concretas sin discusiones huecas (La Jornada, Rosa E. Vargas).
Lamentablemente estas últimas son las prevalecientes, y es norma internacional, disfrazada de blindaje (que resulta ser de papel). Por ejemplo, para nadie es un secreto el devastador efecto que en México tuvo la crisis de 2008-2009, pero los aferrados genios neoliberales (los del vamos por el rumbo correcto) no dejan de aplicar las mismas políticas que provocaron el terremoto económico-financiero de aquellos años.
En 2009 la economía mexicana se desplomó más de 6 por ciento, y de acuerdo con los cálculos de los amigos del régimen (el Banco Mundial, en este caso) la recesión en que cayó la economía mexicana ese año sumió en la pobreza a por lo menos 4.2 millones de personas, adicionales a los 5.9 millones que cayeron en esa condición entre 2006 y 2008. De hecho, advirtió el organismo multilateral, nuestro país se convirtió en el más afectado por la crisis económica en América Latina, y en el que un mayor número de sus habitantes cayó en la pobreza durante ese año.
Y en el contexto internacional, por la crisis de 2009 la economía mexicana ocupó el escalón número 139 de 152 posibles en lo que a efectos perniciosos se refiere, es decir, se ubicó entre las 13 economías mundiales con peores resultados. Y ahora, como en aquel entonces, la tecnocracia nacional asegura que se tomaron, se toman, las decisiones correctas. La muestra fehaciente de que le atinaron es que superada la crisis, el número de depauperados no ha dejado de incrementarse.
A lo largo de las últimas dos décadas la economía China ha crecido vigorosa y permanentemente, y se convirtió en potente motor internacional en los ámbitos industrial, comercial y financiero, sin olvidar su poderío científico, tecnológico y militar. Ninguna nación en el mundo ha logrado el avance chino en tan poco tiempo, y menos en pasar de ser una economía subdesarrollada y prácticamente de subsistencia a ocupar la segunda posición mundial, aunque no es descabellado ubicarla ya como la primera.
Pero el gran dragón también se cansa y de registrar permanentemente tasas de crecimiento de entre 10 y 11 por ciento anual, ahora aflojó el paso a 6-7 por ciento (brincos diera México de registrar estas última proporciones), de tal suerte que es probable que los efectos de contagio de China a los mercados financieros mundiales se acrecienten considerablemente en el curso de los próximos años, según lectura del Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo con el FMI, “la desaceleración y el reequilibramiento de la economía china, la caída de los precios de las materias primas y las tensiones a las que se encuentran sometidas algunas de las principales economías de mercados emergentes continuarán lastrando las perspectivas de crecimiento en 2016-2017. El repunte del crecimiento proyectado para los próximos dos años –a pesar de la desaceleración que está sufriendo China– refleja principalmente un pronóstico de mejora gradual de las tasas de crecimiento de los países que están experimentando tensiones económicas (especialmente, Brasil, Rusia y algunos países de Oriente Medio), aunque incluso esta recuperación parcial proyectada podría verse frustrada por nuevos shocks económicos o políticos”.
Para el mismo organismo, “el crecimiento global de China evoluciona según lo previsto, aunque las importaciones y exportaciones se están enfriando con más rapidez que la esperada, en parte a consecuencia de la contracción de la inversión y de la actividad manufacturera. Esta situación, sumada a las inquietudes del mercado en torno al futuro desempeño de la economía china, está creando efectos de contagio a otras economías a través de los canales comerciales y de la caída de los precios de las materias primas, así como mediante una menor confianza y un recrudecimiento de la volatilidad en los mercados financieros.
La actividad manufacturera y el comercio siguen siendo débiles en el mundo entero, debido no sólo a la situación de China sino también a la debilidad de la demanda mundial y de la inversión a nivel más amplio (y, especialmente, la contracción de la inversión en las industrias extractivas). Además, la caída drástica de las importaciones observada en una serie de economías de mercados emergentes y en desarrollo aquejadas por tensiones económicas también está afectando negativamente el comercio mundial.
Rebanadas del pastel
Confundido entre la gimnasia y la magnesia, el aferrado inquilino de Los Pinos cree que las fracturas expuestas sanan con una curita… Y el dólar a 18.85 nanopesitos.
cfvmexico_sa@hotmail.com
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