EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
domingo, 22 de mayo de 2016
Mexico SA
México SA
Hacienda recorta, otra vez
¿Avanzar para retroceder?
Peña entrega a El Chapo
Carlos Fernández-Vega
A
ver si alguien entiende la lógica del ministro del (d) año y sus muchachos: dicen que como la economía mexicana muestra un crecimiento significativo, la Secretaría de Hacienda decidió recortar su proyección sobre el crecimiento económico del país en 2016, es decir, avanzamos, pero retrocedemos, o lo que es lo mismo vamos bien, pero vamos mal. ¿Qué tal?
Ayer el Inegi dio a conocer la cifra definitiva sobre el comportamiento económico del país, y en ese sentido detalló que en el primer trimestre de 2016 el producto interno bruto creció 0.8 por ciento respecto del periodo octubre-diciembre de 2015, y 2.8 por ciento en el comparativo anual, es decir, 0.2 puntos porcentuales más que en enero-marzo del año pasado.
Entonces, de acuerdo con Hacienda, en un año el crecimiento significativo fue de dos décimas de punto porcentual, y está bien que el ministro y sus muchachos estén urgidos de cifras positivas, pero la proporción que cacarean no alcanza para absolutamente nada.
Tal vez por ello primero presumen el referido crecimiento significativo, para inmediatamente después anunciar el recorte a la proyección oficial sobre el producto interno bruto durante el presente año: de entre 2.6 y 3.6 por ciento a entre 2.2 y 3.2 por ciento, y todo apunta a que, si bien va, el resultado sea de 2.2 por ciento, de tal suerte que, de cumplirse, la tasa anual promedio de Peña Nieto en cuatro años de estadía en Los Pinos no pasaría de 1.97 por ciento (parece que a ese raquitismo el subsecretario Fernando Aportela le llama crecimiento balanceado, resistente ante el entorno externo adverso).
Entonces, como la economía crece, pero retrocede, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, aporta lo suyo para entender lo bien que están los signos vitales (Peña Nieto dixit) de la economía autóctona. Va, pues.
Nuestro país (léase gobierno y sector privado) no ha podido encontrar una solución efectiva para combatir el dilema de la precarización laboral. Si bien las cifras reportan un incremento en la población ocupada, las condiciones de los puestos de trabajo continúan menoscabándose, en particular las remuneraciones laborales.
Adicionalmente, la población ocupada en el sector informal sigue en aumento, lo cual no sólo restringe la recaudación pública de recursos, sino que implica colocar un freno a la productividad laboral, así como el deterioro en la calidad de vida de los trabajadores inmersos en dicha condición al no contar con protección social, acceso al sistema de pensiones e incluso carecer de ingresos regulares.
De acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre del año en curso, la población ocupada aumentó 2 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015. Lo anterior se traduce en que la tasa de desocupación se ubicó en 4 por ciento de la población económicamente activa (PEA), cifra inferior al 4.2 por ciento exhibido el año pasado. De manera similar, la población subocupada registró también un nivel inferior en comparación con los resultados obtenidos en 2015 (7.9 contra 8.1 por ciento del año anterior).
A pesar del incremento en la ocupación, las condiciones laborales continúan deteriorándose. El ejemplo más claro se observa en las remuneraciones salariales, donde la tasa de crecimiento anualizada más elevada se presentó en el número de trabajadores que perciben cuando mucho un salario mínimo (18.6 por ciento), seguida por las personas que ganan hasta dos salarios mínimos (9.7 por ciento); de hecho, la cantidad de quienes obtienen hasta dos salarios mínimos (equivalente a 4 mil 382 pesos al mes) es la más alta desde que se tiene registro (21.7 millones de trabajadores), equivalente a 42.7 por ciento de la población ocupada.
En contraste, el número de personas que ganan más de cinco salarios mínimos continúa decreciendo. Durante el primer trimestre de 2016 este nivel de ingreso reportó una caída anual de 12.5 por ciento, de tal forma que la cantidad de personas que devengan el rango salarial más elevado es la más baja desde 2005 (poco menos de 3 millones de personas), representado tan sólo 5.9 por ciento de la población ocupada.
Por otro lado, el número de personas que laboran en el sector informal registró un incremento anual de 1.5 por ciento, alcanzando un total de 29 millones 127 mil 297 trabajadores, es decir, 57.3 por ciento de la población ocupada.
Dicho total resulta alarmante, ya que la informalidad de nuestro país se ubica por encima del promedio de América Latina (47 por ciento) de acuerdo con la información de la Organización Internacional del Trabajo. Esta condición del mercado laboral se explica en parte porque las percepciones de los trabajadores sobre los beneficios obtenidos por el pago de impuestos son inferiores a las de no hacerlo, a pesar de que con ello se pierde la posibilidad de acceso al crédito, seguridad social y esquemas de ahorro.
Mientras la precariedad laboral continúe en aumento resultará más complicado lograr tasas de crecimiento económico más elevadas. Los efectos negativos provenientes de limitar la capacidad de consumo de los trabajadores superan a los efectos positivos resultantes de la rentabilidad de las inversiones y competitividad en costos derivados de las bajas remuneraciones salariales a la mano de obra.
Por ello, es necesario llevar a cabo una transformación productiva alrededor de un entorno favorable para las empresas buscando evitar la concentración de la actividad económica en los sectores orientados a la exportación y poco vinculados al resto de la economía. De esta forma, con políticas de diversificación económica y el cumplimiento adecuado de las normas del trabajo se podrá facilitar la expansión y formalización de las empresas y lograr con ello la creación de puestos de trabajo de mayor calidad.
De enero a abril del presente año 353 mil 435 trabajadores fueron dados de alta en el IMSS, cifra 2.8 por ciento menos respecto del mismo periodo de 2015. Del total de altas, 65 por ciento fueron plazas permanentes y eventuales el 35 por ciento restante.
Las rebanadas del pastel
Enrique Peña Nieto cumplió a Estados Unidos lo que no pudo César Gaviria hacer con Escobar, y no por falta de ganas. Como lo importante para él es atender las necesidades del patrón, rapidito y de buen modo decidió entregar a El Chapo, sin importar el cúmulo de delitos cometidos en México y el altísimo número de víctimas mexicanas.
Twitter: @cafevega
cfvmexico_sa@hotmail.com
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