Balance del conflicto bélico de Ucrania
Fuentes: Rebelión
Tras cumplirse un año desde la incursión del ejército ruso en territorio ucraniano a finales de febrero de 2022, en medio de tantos acontecimientos y con un futuro que todavía deparará más eventos que no podemos prever plenamente, se puede realizar el siguiente balance, aunque sea a contracorriente:
- Balance de un año: Rusia ha ganado, Estados Unidos gana internamente y pierde globalmente, la Unión Europea es derrotada, Alemania se esfuma y Ucrania es reducida a un experimento (neo)liberal y militar sin soberanía.
- La propaganda occidental podrá decir lo que quiera, pero el hecho es que Rusia ha conseguido un 20% de territorio en Ucrania –territorio rico en recursos mineros y clave en el Mar Negro–, refuerza Crimea y asegura más a la población del Dombás.
- Rusia ha superado perfectamente las sanciones. La propaganda occidental aseguraba que Rusia se quedaría sin chips y equipamiento militar y que se agotarían sus misiles. Eso no se ha producido nunca.
- En abril de 2022 el Banco Mundial pronosticaba que las sanciones occidentales contraerían la economía rusa en un 11,2%. El PIB de Rusia solo se ha reducido un 2,1% en 2022 y se espera que crezca ahora. Las sanciones fracasaron.
- Las sanciones occidentales han favorecido que Rusia venda la mayor cantidad de petróleo anual en una década. Rusia también consiguió redireccionar sus ventas: sus ganancias por exportación de petróleo aumentaron un 20%.
- Las sanciones occidentales solo han conseguido ahogar la economía de la Unión Europea y que Estados Unidos venda a Europa un gas tres veces más caro, cuya extracción es más dañina ambientalmente y de mayor impacto en su transporte.
- Las sanciones también han puesto de manifiesto que la productividad de Alemania era un mito y que solo se sostenía sobre la compra y la utilización de la energía barata de Rusia. La imagen prepotente del ordoliberalismo alemán ha cambiado.
- Si uno de los objetivos de Rusia era la “desmilitarización”, lo ha conseguido: el ejército de Ucrania no tiene recursos y ha logrado que el secretario de la OTAN reconozca que se han vaciado los arsenales de EE.UU. y la Unión Europea.
- En Estados Unidos ya advirtieron en diciembre que el complejo militar-industrial no podía reponer el armamento al ritmo con el que es destruido en Ucrania. Eso supone que las bajas del ejército ucraniano en el frente son necesariamente inmensas.
- Para hacerse una idea del desgaste, Estados Unidos ya ha dedicado a Ucrania el dinero equivalente al presupuesto militar anual de países como Francia (57.000 millones de dólares) o Alemania (63.000 millones de dólares).
- Las sanciones occidentales tampoco han conseguido ningún levantamiento dentro de Rusia, algo que solo existía como posibilidad en la mente hollywoodense de los periodistas ingenuos y sus agencias de propaganda.
- El problema de la propaganda occidental es que su anquilosada mentalidad de Guerra Fría sigue pensando en la Unión Soviética de Afganistán y no en la Rusia de Chechenia y Siria, que se ha preparado y aprendido.
- La intervención militar de 2022 también ha obligado a reconocer a la OTAN, por boca de su secretario Jens Stoltenberg, que desde 2014 se ha estado armando directamente al gobierno de Kiev y preparando la guerra, aunque Ucrania no sea miembro.
- Estos meses también han servido para escuchar declaraciones de Angela Merkel, François Hollande y Petro Poroshenko admitiendo que las negociaciones de Minsk solo sirvieron para ganar tiempo y armar más a Ucrania.
- Donald Trump acaba de decir también recientemente que el Departamento de Defensa de Estados Unidos está detrás de las revueltas que se han producido en Ucrania, refiriéndose al Maidán de 2014.
- Con estas afirmaciones dejan claro que los protagonistas de la organización atlantista han mentido a Rusia (como ya lo hicieran en el pasado) y será difícil que cualquier gobierno de Moscú vuelva a confiar en la palabra de Occidente.
- Rusia no está combatiendo contra Ucrania. Está combatiendo contra toda la OTAN. Esto ya no es una simple guerra proxy delegada, sino la guerra internacional más peligrosa y amplia desde la Segunda Guerra Mundial.
- Estados Unidos ha ganado en su política interna: le ha servido a su gobierno para superar temporalmente la recesión, si bien el resultado de las pasadas midterms de noviembre irá dificultando el futuro de la administración de la guerra.
- Estados Unidos ha perdido en su política exterior: ha conseguido que Rusia, China, India y hasta Irán puedan ir aproximándose en negociaciones y que el mundo unipolar del excepcionalismo “americano” vaya desgastándose.
- Estados Unidos ha fracasado –y esto es una novedad– con su socio Arabia Saudí, que no se ha plegado en política energética a los intereses bélicos de Washington. El dólar cada vez tendrá más dificultades para ser una moneda de refugio internacional.
- El mal llamado “Sur Global” también le ha dado la espalda al consenso de Washington. Ni Asia, ni África, ni Latinoamérica se han plegado en su mayoría a obedecer los planes belicistas de Estados Unidos en Ucrania. Crece el mundo multipolar.
- La Unión Europea, además de meter a su ciudadanía en una guerra sin referéndum, ha quedado, una vez más, desacreditada en el ámbito internacional y se muestra como un apéndice de los intereses de la OTAN.
- Cada vez que el representante de exteriores de la UE, Josep Borrell, ha mostrado su supremacismo y torpeza, despreciando a África o hablando del “jardín” europeo y de la selva restante, ha confirmado la decadencia de su institución.
- En cuanto Rusia ha dejado de ser su gran proveedor energético, la Unión Europea ha mostrado que no tiene ningún “plan de transición energética” creíble, a pesar de los miles de millones de euros públicos dedicados a ello.
- La Unión Europea no ha dado ninguna explicación del sabotaje de Nord Stream, cuando todas las evidencias apuntan a Estados Unidos y a la OTAN, y ha tenido que tragar públicamente con ese acto terrorista.
- Estados Unidos le hace una guerra militar a Rusia, pero, al mismo tiempo, le hace una guerra comercial a la Unión Europea y esta ha sido ampliamente derrotada: militarmente frente a Rusia, económicamente frente a EE.UU.
- El canciller Olaf Scholz no ha podido sino agachar la cabeza y tragar con todo también. Ni ha pedido públicamente explicaciones sobre Nord Stream, ni consiguió convencer de sus planes belicistas a Argentina y a Brasil. Cada día se difumina más.
- La Unión Europea y Alemania no pueden reconocer el sabotaje de Nord Stream. Si lo hicieran, la OTAN se dividiría. Sin la OTAN, la Unión Europea no se sostiene. Sin la UE, ¿de qué viviría la economía alemana, que se nutre del diseño de la UE?
- De Reino Unido no voy a hablar, pero basta con recordar cómo han acabado Boris Johnson y Liz Truss para saber que el conflicto bélico de Ucrania y su posicionamiento belicista frente a Vladimir Putin no les ha ido demasiado bien.
- La Unión Europea se ha mostrado como un Leviatán decadente, pero muy peligroso: ha prohibido medios (como Sputnik y Russia Today), mientras se mantiene encarcelado al periodista Pablo González en el Guantánamo de Europa.
- No hay forma de ver ningún informativo de las grandes cadenas de televisión, porque la propaganda resulta tan desmedida que hasta aburre a quienes se tragan las consignas de los gobiernos belicistas europeos.
- Las redes digitales están censuradas por todos lados, con la proliferación de bots con sello NAFO-Langley y la supervisión de la Unión Europea. El cambio de Elon Musk no ha supuesto ninguna diferencia sustancial en esto.
- Ha habido momentos tan ridículos en la censura que se ha llegado a prohibir la exhibición de la película Solaris de Tarkovski o se ha intentado vender El lago de los cisnes de Chaikovski como arte ucraniano.
- Son pocas voces las que pueden mantenerse y hacerse oír en el maelstrom de censura y manipulación tan masivas, pero las hay, como Seymour Hersh con su investigación sobre el sabotaje de Nord Stream.
- En cuanto a Ucrania, ese país se ha convertido en un laboratorio de experimentación (neo)liberal y belicista [baste recordar los biolabs de EE.UU. allí], a la altura de un cómico defraudador reconvertido a estadista de urgencia.
- El gobierno de Kiev ha mostrado estos años y también ahora que no tiene ningún interés por la población del Dombás que no pase por bombardear diariamente a su población civil. Nunca hubo voluntad de avanzar en los acuerdos de Minsk.
- El gobierno de Kiev desde 2021 ya tiene comprometido al país con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Unión Europea y va a privatizar todas las empresas que quedan de la era soviética. Va a vender el país grano a grano, dólar a dólar.
- Se acaba de comprometer el gobierno de Kiev con el Fondo Monetario Internacional para adquirir préstamos millonarios que pasarán a ser deuda pública y que terminará pagando la clase trabajadora del país. Expolio asegurado.
- Asimismo, el presidente Zelenski también lleva meses en negociación con BlackRock, la primera gestora de fondos del mundo –administra activos valorados en más de 10 billones de dólares–. Doctrina del shock (neo)liberal.
- La democracia de Zelenski ha prohibido 16 partidos de la oposición y requisado sus bienes, ha censurado los medios de su país con leyes agresivas y ha aprovechado para legislar en contra de los derechos de la clase trabajadora. Más shock (neo)liberal.
- Además, ha reforzado al nacionalismo identitario ucraniano que sigue anclado en la mentalidad nostálgica de Stepan Bandera, en el nazismo de la Segunda Guerra Mundial y en las formaciones (neo)nazis como Azov. Un peligro.
- El gobierno de Kiev y el presidente Zelenski no son simples agentes neutrales atrapados en un conflicto bélico. Son partes activas en la conformación de un (neo)liberalismo internacional agresivo que no da ninguna soberanía a la clase trabajadora.
- Van a imponer el (neo)liberalismo y el gran capital aprovechando la doctrina del shock sobre la clase trabajadora explotada y sacrificada: la esperanza de vida de un soldado ucraniano en el frente de Bajmut es actualmente de solo 4 horas.
- La izquierda europea realmente existente, que no cuestiona nunca la propaganda de la OTAN, con muy pocas excepciones, está tragando y apoyando todo esto, con total complicidad y ausencia de cualquier análisis, hablando de “imperialismos”.
- En la actualidad, económicamente, solo hay dos imperios: Estados Unidos y China. Rusia no pasa de ser una (gran) potencia de la periferia. Y entre Estados Unidos y China el imperialismo más feroz y voraz militarmente es Estados Unidos.
- La Unión Europea podía haber ejercido de intercesora, junto con China, para intentar mediar entre Ucrania y Rusia a fin de que se llegara a algún acuerdo durante todos estos meses, pero eligió la guerra de la OTAN y Washington.
- Y mientras la izquierda europea (y la derecha) pide más armas y tanques para Ucrania en nombre del pacifismo y se desacredita ante el resto del mundo, China acaba de ofrecer un plan para acabar la guerra en 12 puntos.
Apéndice
Reproduzco a continuación como material suplementario los 12 puntos del documento “Posición de China sobre la Solución Política de la Crisis de Ucrania”:
- Respetar la soberanía de todos los países. El derecho internacional universalmente reconocido, incluyendo los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, debe ser estrictamente observado. La soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países deben ser efectivamente defendidas. Todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres, son miembros iguales de la comunidad internacional. Todas las partes deben defender conjuntamente las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y salvaguardar la equidad y la justicia internacionales. Hay que promover la aplicación igualitaria y uniforme del derecho internacional y rechazar el doble rasero.
- Abandonar la mentalidad de la Guerra Fría. La seguridad de un país no debe conseguirse a expensas de la de otros. La seguridad de una región no debe lograrse mediante el fortalecimiento o la expansión de los bloques militares. Los intereses y preocupaciones de seguridad legítimos de todos los países deben ser tomados en serio y abordados adecuadamente. No existe una solución simple a un problema complejo. Todas las partes deben, siguiendo el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, y teniendo en cuenta la paz y la estabilidad duraderas del mundo, ayudar a forjar una arquitectura de seguridad europea equilibrada, eficaz y sostenible. Todas las partes deben oponerse a la búsqueda de la seguridad de uno mismo a costa de la de los demás, evitar la confrontación entre bloques y trabajar juntos por la paz y la estabilidad del continente euroasiático.
- Cesar las hostilidades. El conflicto y la guerra no benefician a nadie. Todas las partes deben mantenerse racionales y actuar con moderación, abstenerse de avivar las llamas y agravar las tensiones, y evitar que la crisis de Ucrania se deteriore aún más o incluso se salga de control. Todas las partes deben apoyar a Rusia y Ucrania a trabajar en la misma dirección y reanudar el diálogo directo lo más pronto posible, para desescalar gradualmente la situación, y en última instancia, alcanzar un alto el fuego integral.
- Reanudar las conversaciones por la paz. El diálogo y la negociación son la única solución viable a la crisis de Ucrania. Todos los esfuerzos conducentes a la solución pacífica de la crisis deben ser alentados y apoyados. La comunidad internacional debe seguir comprometida con el enfoque correcto de promover conversaciones por la paz, ayudar a las partes en conflicto a abrir cuanto antes la puerta a una solución política de la crisis y crear condiciones y plataformas para la reanudación de las negociaciones. China seguirá desempeñando un papel constructivo en este aspecto.
- Resolver la crisis humanitaria. Todas las medidas conducentes a aliviar la crisis humanitaria deben ser alentadas y apoyadas. Las operaciones humanitarias han de seguir los principios de neutralidad e imparcialidad, y las cuestiones humanitarias no deben ser politizadas. La seguridad de los civiles debe ser efectivamente protegida, y hay que establecer corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las zonas de conflicto. Se necesitan esfuerzos para aumentar la asistencia humanitaria a las áreas pertinentes, mejorar las condiciones humanitarias y proporcionar un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos, con miras a prevenir una crisis humanitaria de mayor escala. Se debe apoyar a la ONU a desempeñar un papel coordinador en la canalización de la ayuda humanitaria a las zonas de conflicto.
- Proteger a los civiles y prisioneros de guerra. Las partes en conflicto deben cumplir estrictamente el derecho internacional humanitario, evitar atacar a civiles o instalaciones civiles, proteger a mujeres, niños y otras víctimas del conflicto y respetar los derechos fundamentales de los prisioneros de guerra. China apoya el intercambio de los prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania, y llama a todas las partes a crear condiciones más favorables para este objetivo.
- Mantener la seguridad de las centrales nucleares. China se opone a los ataques armados contra las centrales nucleares u otras instalaciones nucleares pacíficas, y llama a todas las partes a acatar el derecho internacional, incluyendo la Convención sobre Seguridad Nuclear (CSN), y evitar resueltamente accidentes nucleares provocados por el hombre. China apoya al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a desempeñar un papel constructivo en la promoción de la seguridad tecnológica y física de las instalaciones nucleares pacíficas.
- Reducir los riesgos estratégicos. Las armas nucleares no deben ser utilizadas, y las guerras nucleares no deben ser libradas. Hay que oponerse al uso o a la amenaza del uso de las armas nucleares. Hay que prevenir la proliferación nuclear y evitar las crisis nucleares. China se opone a la investigación, el desarrollo y el uso de armas químicas y biológicas por parte de cualquier país y bajo cualquier circunstancia.
- Facilitar las exportaciones de cereales. Todas las partes deben aplicar plena y eficazmente y de forma equilibrada la Iniciativa de Cereales del Mar Negro firmada por Rusia, Turquía, Ucrania y la ONU, y apoyar a la ONU a desempeñar un papel importante al respecto. La iniciativa de cooperación sobre seguridad alimentaria global propuesta por China ofrece una solución factible a la crisis alimentaria mundial.
- Poner fin a las sanciones unilaterales. Las sanciones unilaterales y la máxima presión no pueden resolver la cuestión, y sólo crean nuevos problemas. China se opone a las sanciones unilaterales no autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los países concernientes deben dejar de abusar de las sanciones unilaterales y de la jurisdicción de brazo largo contra otros países, con vistas a hacer sus aportes por la desescalada de la crisis de Ucrania y crear condiciones para el crecimiento económico de los países en desarrollo y la mejora de la vida de sus pueblos.
- Mantener estables las cadenas industriales y de suministro. Todas las partes deben defender efectivamente el existente sistema económico mundial y oponerse a usar la economía mundial como una herramienta o arma para fines políticos. Se necesitan esfuerzos conjuntos para mitigar los efectos de desbordamiento de la crisis, y evitar la perturbación en la cooperación internacional en energía, finanzas, comercio de alimentos y transporte, así como la socavación de la recuperación económica mundial.
- Promover la reconstrucción post-conflicto. La comunidad internacional debe tomar medidas para apoyar la reconstrucción post-conflicto en las zonas de conflicto. China está dispuesta a proporcionar asistencia y desempeñar un papel constructivo en este aspecto.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuen
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