Voces reveladoras
n el anterior documental de Aarón y Esther Cohen, Paraíso en Auschwitz (2018), la pareja había testimoniado un milagro ocurrido en el infame campo de exterminio nazi. Ahora en su nuevo trabajo, Murmullos del silencio, apenas estrenado sólo en la Cineteca Nacional, han ampliado el registro para recoger los testimonios de los hijos de sobrevivientes del Holocausto que se establecieron en México.
Dividido en seis capítulos y con un guion experto de Marina Stavenhagen, ese nuevo documental repasa la historia desde sus orígenes y utiliza material de archivo para ilustrar las atrocidades nazis. Luego narra cómo se dio una diáspora entre los sobrevivientes de los campos, la mayoría de los cuales prefirió no permanecer en Europa, por razones obvias. Algunos escogieron emigrar a México, básicamente porque tenían parientes en nuestro país.
Contra lo que pudiera pensarse no encontraron brazos abiertos por parte de las autoridades migratorias. No se dio el caso de los refugiados españoles, bienvenidos manifiestamente por el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. Aquí se toparon con una corriente de antisemitismo representada por organizaciones de derecha como el Comité Pro-Raza, que advertían sobre los peligros de la avaricia judaica
en una mezcla de racismo y xenofobia (que incluía también a la población china, por cierto).
Entre 1947 y 1948 los sobrevivientes fueron ayudados por organizaciones como el Comité Pro-Refugiados para poder viajar a México y establecerse aquí. Los testimonios de los hijos tienen un rasgo común: descubrir un país de luz, sol y alegría
. México sabe a piña
, reza el título del capítulo correspondiente.
Sin embargo, las evidentes bondades del nuevo país contrastaban con la profunda melancolía de los sobrevivientes. Los Cohen han escogido la siguiente estrategia para recoger los testimonios: los expertos –la politóloga Yael Siman, el periodista José Gordon, la historiadora Daniela Gleizer, entre varios otros–son filmados en su entorno. En cambio, vemos unificados a los descendientes sobre un fondo negro.
Para romper la monotonía de las cabezas parlantes, los cineastas cortan de vez en vez a un simbólico ballet diseñado por Tania Pérez Salas, e interpretada por los bailarines Ana Estrada y Edisel Cruz, que refleja distintos estados de ánimo. Y utilizan pietaje de archivo, fotos y documentos para reforzar las afirmaciones. Mismas que hablan de una supervivencia signada por la culpa, la paranoia y una llamada conspiración del silencio por la cual no se hablaba de la Shoah en familia.
Murmullos del silencio significa la primera vez que se ha recogido el testimonio de los judíos mexicanos de segunda generación –entre ellos, personalidades como el empresario teatral Morris Gilbert, el escritor Francisco Martín Moreno, la periodista Shanik Berman– para hablar de cómo se vivió la experiencia, con una conclusión positiva: escoger la vida por encima de todo.
Cada vez que se estrena una película sobre el Holocausto se provoca en algunas personas goy una reacción veladamente antisemita: voltean los ojos y exclaman ¡otra película sobre el Holocausto!
. (Pero esos mismos no se quejan de la abundancia de películas sobre El Hombre Araña, por ejemplo). Es al revés: hacen falta más películas como Murmullos del silencio, ante la evidencia de que los genocidios se siguen repitiendo. Pues hay pueblos que insisten en seguir ignorando la historia.
Murmullos del silencio
D: Aarón y Esther Cohen/ / G: Marina Stavenhagen/ F. en C y ByN: Aarón Cohen/ M: Fernando Alanís/ Ed: Fernando Alanís, Esther Cohen, Aarón Cohen/ P: Cohen y Cohen Producciones. México, 2021.
Twitter: @walyder
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