Además de la iluminación de la Torre Eiffel normal, y de los potentísimos focos que "pululan" por el cielo parisino durante todas las noches y que, si el cielo está claro, son visibles a 80 kilómetros de distancia, la Torre Eiffel exhibe una iluminación especialmente llamativa y brillante cuando, tras caer la noche, durante los 10 primeros minutos de cada hora (hasta las 2 AM normalmente, y hasta la 1 AM en invierno) se iluminan miles de bombillas centelleantes que le dan a la Torre Eiffel un aspecto más mágico aún si cabe del que tiene de por sí.
Si algo "hay que hacer" cuando se va a visitar Paris es sin duda subir a la Torre Eiffel, si bien existen diferentes modalidades de ascenso a la Torre Eiffel, ya que existen tres plantas distintas a las que podemos acceder, y dos modalidades distintas, en ascensor, la más cómoda, o bien subir andando, sin duda la forma más deportiva y sana (también la más económica) de subir a la Torre Eiffel.
Si subimos en ascensor podemos ir desde la base de la Torre Eiffel hasta su segunda planta, situada a "solo" 115 metros de altura, y si somos lo suficientemente valientes podemos coger allí otro ascensor que nos llevará a la cima de la Torre Eiffel, a 276 metros de altura ni mas ni menos (existen instalaciones un poco más arriba de donde puede subir el público, pero lógicamente el acceso a estas instalaciones está cerrado a los visitantes).
Si subimos a pie tan solo podremos subir hasta la segunda planta, aunque lo más probable es que, a menos que tengamos una forma física excelente, nos quedemos en el primer piso, donde la vista de Paris es ya impresionante.
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