EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

lunes, 29 de abril de 2013

La crisis del capitalismo y la importacia actuall de Marx


La crisis del capitalismo y la importancia actual de Marx 150 años después de los Grundrisse.
Marx predijo la naturaleza de la economía mundial en el comienzo del Siglo XXI, sobre la base de su análisis de la "sociedad burguesa", ciento cincuenta años antes.
Marcelo Musto entrevista a Eric Hobsbawm en Sinpermiso | Kaos. Izquierda a debate | 29-9-2008
www.kaosenlared.net/noticia/crisis-capitalismo-importancia-actual-marx-150-anos-despues-grundrisse
"Para cualquier interesado en las ideas, sea un estudiante universitario o no, es patentemente claro que Marx es y permanecerá como una de las grandes mentes filosóficas y analistas económicas del siglo diecinueve y, en su máxima expresión, un maestro de una prosa apasionada. También es importante leer a Marx porque el mundo en el cual vivimos hoy, no puede entenderse sin la influencia que los escritos de este hombre tuvieron sobre el siglo XX. Y, finalmente, debería ser leído porque como él mismo escribió, el mundo no puede ser cambiado de manera efectiva a menos que sea entendido, y Marx permanece como una soberbia guía para la comprensión del mundo y los problemas a los que debemos hacer frente."
Eric Hobsbawm es considerado uno de los más grandes historiadores vivientes. Es Presidente de la Birkbeck College (London University) y profesor emérito de la New School for Social Research (New York). Entre sus muchos escritos se encuentran la trilogía acerca del "largo siglo XIX": The Age of Revolution: Europe 1789-1848 (1962); The Age of Capital: 1848-1874 (1975); The Age of Empire: 1875-1914 (1987) y el libro The Age of Extremes: The Short Twentieth Century, 1914-1991 (1994) traducidos a varios idiomas. Le entrevistamos cuando la publicación del volumen Karl Marx's Grundrisse. Foundations of the Critique of Political Economy 150 Years Later y con motivo de la nueva actualidad que están teniendo en los últimos años los escritos de Marx y después de la nueva crisis de Wall Street. Nuestro colaborador Marcello Musto lo entrevistó para Sin Permiso.
1) Marcelo Musto. Profesor Hobsbawm, dos décadas después de 1989, cuando fue apresuradamente relegado al olvido, Karl Marx ha regresado al centro de atención. Libre del papel de intrumentum regni que le fue asignado en la Unión Soviética y de las ataduras del "marxismo-leninismo", no solo ha recibido atención intelectual por la nueva publicación de su obra sino que también ha sido el centro de un mayor interés. De hecho, en 2003, la revista francesa Nouvel Observateur dedicó un número especial a Karl Marx. Le penseur du troisième millénaire? Un año después, en Alemania, en una encuesta organizada por la compañía de televisión ZDF para establecer quien eran los más importantes alemanes de todos los tiempos, más de 500.000 televidentes votaron por Karl Marx; quien obtuvo el tercer lugar en la clasificación general y primero en la categoría de "relevancia actual". Luego, en 2005, el semanario Der Spiegel le dedicó una portada con el título de Ein Gespenst Kehrt zurük (Un espectro ha vuelto) mientras los escuchas del programa In Our Time de Radio 4 de la BBC votaron por Marx como el más grande filósofo.
En una conversación recientemente publicada con Jacques Attalí, usted dijo que paradójicamente "son los capitalistas, más que otros, quienes han estado redescubriendo a Marx" y usted habló de su asombro, cuando el hombre de negocios y político liberal, George Soros, le dijo a usted que: "He estado leyendo a Marx y hay muchas cosas interesantes en lo que él dice". Aunque sea débil y más bien vago ¿cuáles son las razones de este renacimiento? ¿Es probable que su obra sea de interés solamente para los especialistas e intelectuales, para ser presentada en cursos universitarios como un gran clásico del pensamiento moderno que no debería ser olvidado? o ¿también podría venir una nueva "demanda de Marx" en el futuro desde el lado político?
Eric Hobsbawm. Hay un indudable renacimiento del interés público en Marx en el mundo capitalista, sin embargo, probablemente no todavía en los nuevos miembros de la Unión Europea de Europa del Este. Este renacimiento, fue probablemente acelerado por el hecho de que el 150 aniversario de la publicación del Manifiesto del Partido Comunista coincidió con una crisis económica internacional particularmente dramática en medio de un período de ultra-rápida globalización del libre mercado.
Marx predijo la naturaleza de la economía mundial en el comienzo del Siglo XXI, sobre la base de su análisis de la "sociedad burguesa", ciento cincuenta años antes. No es sorprendente que los capitalistas inteligentes, especialmente en el sector financiero globalizado, fueran impresionados por Marx, ya que ellos fueron necesariamente más concientes que otros de la naturaleza y las inestabilidades de la economía capitalista en la cual ellos operaban. La mayoría de la izquierda intelectual ya no supo que hacer con Marx. Fue desmoralizada por el colapso del proyecto social-demócrata en la mayoría de los Estados Atlánticos del Norte en los ochenta y la conversión masiva de los gobiernos nacionales a la ideología de libre mercado así como por el colapso de los sistemas políticos y económicos que afirmaban ser inspirados por Marx y Lenin. Los así llamados, "nuevos movimientos sociales" como el feminismo, tampoco tuvieron una conexión lógica con el anti-capitalismo (aunque como individuos sus miembros pudieran estar alineados con él) o cuestionaron la creencia en el progreso sin fin del control humano sobre la naturaleza que tanto el capitalismo como el socialismo tradicional habían compartido. Al mismo tiempo, "el proletariado", dividido y disminuido, dejó de ser creíble como el agente histórico de la transformación social de Marx. Es también el caso que desde 1968, los más prominentes movimientos radicales han preferido la acción directa no necesariamente basada sobre muchas lecturas y análisis teóricos. Claro, esto no significa que Marx dejara de ser considerado como un gran y clásico pensador, aunque por razones políticas, especialmente en países como Francia e Italia, que alguna vez tuvieron poderosos Partidos Comunistas, ha habido una ofensiva intelectual apasionada contra Marx y los análisis marxistas, que probablemente llegaron a su más alto nivel en los ochenta y noventa. Hay signos de que ahora el agua retomará su nivel.
2) M. M. A través de su vida, Marx fue un agudo e incansable investigador, quien percibió y analizó mejor que ninguno otro en su tiempo, el desarrollo del capitalismo a escala mundial. Él entendió que el nacimiento de una economía internacional globalizada era inherente al modo capitalista de producción y predijo que este proceso generaría no solamente el crecimiento y la prosperidad alardeados por políticos y teóricos liberales sino también violentos conflictos, crisis económicas e injusticia social generalizada. En la última década hemos visto la Crisis financiera del este asiático, que empezó en el verano de 1997; la crisis económica argentina de 1999-2002 y sobre todo, la crisis de los préstamos hipotecarios, que empezó en Estados Unidos en 2006 y ahora ha devenido la más grande crisis financiera de la post-guerra. ¿Es correcto decir entonces, que el regreso al interés en Marx está basado en la crisis de la sociedad capitalista y sobre su perdurable capacidad de explicar las profundas contradicciones del mundo actual?
E. H. Si la política de la izquierda en el futuro será inspirada una vez más en los análisis de Marx, como lo fueron los viejos movimientos socialistas y comunistas, dependerá de lo que pase en el mundo capitalista. Pero esto aplica no solamente a Marx sino a la izquierda como un proyecto y una ideología política coherente. Puesto que, como usted dice correctamente, la recuperación del interés en Marx está considerablemente –yo diría, principalmente- basado sobre la actual crisis de la sociedad capitalista, la perspectiva es más prometedora de lo que fue en los noventa. La presente crisis financiera mundial, que bien puede devenir en una mayor depresión económica en Estados Unidos, dramatiza el fracaso de la teología del libre mercado global incontrolado y obliga, inclusive del Gobierno norteamericano, a considerar optar por tomar acciones públicas olvidadas desde los treinta. Las presiones políticas están ya debilitando el compromiso de los gobiernos neoliberales en torno a una globalización incontrolada, ilimitada y desregulada. En algunos casos (China) las vastas desigualdades e injusticias causadas por una transición de modo general a una economía de libre mercado, plantea ya problemas importantes para la estabilidad social y dudas inclusive en altos niveles de gobierno.
Es claro que cualquier "retorno a Marx" será esencialmente un retorno al análisis de Marx del capitalismo y su lugar en la evolución histórica de la humanidad —incluyendo, sobre todo, sus análisis de la inestabilidad central del desarrollo capitalista que procede a través de crisis económicas auto-generadas con dimensiones políticas y sociales. Ningún marxista podría creer por un momento que, como argumentaron los ideólogos neoliberales en 1989, el capitalismo liberal se había establecido para siempre, que la historia tenía un fin o, en efecto, que cualquier sistema de relaciones humanas podría ser para siempre, final y definitivo.
3) M. M. No piensa usted que si las fuerzas políticas e intelectuales de la izquierda internacional, que se cuestionan a sí mismas con respecto al socialismo en el nuevo siglo, renunciaran a las ideas de Marx, ¿no perderían una guía fundamental para el examen y la transformación de la realidad actual?
E. H. Ningún socialista puede renunciar a las ideas de Marx, en tanto que su creencia de que el capitalismo debe ser sucedido por otra forma de sociedad está basada, no en la esperanza o la voluntad sino en un análisis serio del desarrollo histórico, particularmente de la era capitalista. Su predicción real de que el capitalismo sería re-emplazado por un sistema administrado o planeado socialmente todavía parece razonable, aunque él ciertamente subestimó los elementos de mercado que sobrevivirían en algún sistema(s) post-capitalista. Puesto que él deliberadamente se abstuvo de especular acerca del futuro, no puede ser hecho responsable por las formas específicas en que las economías "socialistas" fueron organizadas bajo el "socialismo realmente existente". En cuanto a los objetivos del socialismo, Marx no fue el único pensador que quería una sociedad sin explotación y alienación, en que los seres humanos pudieran realizar plenamente sus potencialidades, pero sí fue el que la expresó con mayor fuerza que nadie, y sus palabras mantienen el poder para inspirar.
Sin embargo, Marx no regresará como una inspiración política para la izquierda hasta que sea entendido que sus escritos no deben ser tratados como programas políticos, autoritariamente, o de otra manera, ni como descripciones de una situación real del mundo capitalista de hoy, sino más bien, como guías hacia su modo de entender la naturaleza del desarrollo capitalista. Ni tampoco podemos o debemos olvidar que él no logró una presentación bien planeada, coherente y completa de sus ideas, a pesar de los intentos de Engels y otros de construir de los manuscritos de Marx, un volumen II y III de El Capital. Como lo muestran los Grundrisse. Incluso, un Capital completo habría conformado solamente una parte del propio plan original de Marx, quizá excesivamente ambicioso.
Por otro lado, Marx no regresará a la izquierda hasta que la tendencia actual entre los activistas radicales de convertir el anticapitalismo en anti-globalismo sea abandonada. La globalización existe y, casi un colapso de la sociedad humana, es irreversible. En efecto, Marx lo reconoció como un hecho y. como un internacionalista, le dio la bienvenida, teóricamente. Lo que él criticó y lo que nosotros debemos criticar es el tipo de globalización producida por el capitalismo.
4) M. M. Uno de los escritos de Marx que suscitaron el mayor interés entre los nuevos lectores y comentadores son los Grundrisse. Escritos entre 1857 y 1858, los Grundrisse son el primer borrador de la crítica de la economía política de Marx y, por tanto, también el trabajo inicial preparatorio del Capital; contiene numerosas reflexiones sobre temas que Marx no desarrolló en ninguna otra parte de su creación inacabada. ¿Por qué, en su opinión, estos manuscritos de la obra de Marx, continúan provocando más debate que cualquiera otro, a pesar del hecho de que los escribió solamente para resumir los fundamentos de su crítica de la economía política? ¿Cuál es la razón de su persistente interés?
E. H. Desde mi punto de vista, los Grundrisse han provocado un impacto internacional tan grande sobre la escena marxista intelectual por dos razones relacionadas. Permanecieron virtualmente no publicados antes de los cincuenta y, como usted dice, conteniendo una masa de reflexiones sobre asuntos que Marx no desarrolló en ninguna otra parte. No fueron parte del largamente dogmatizado corpus del marxismo ortodoxo en el mundo del socialismo soviético, de ahí que el socialismo soviético no pudiera simplemente desecharlos. Pudieron, por tanto, ser usados por marxistas que querían criticar ortodoxamente o ampliar el alcance del análisis marxista mediante una apelación a un texto que no podría ser acusado de ser herético o anti-marxista. Por tanto, las ediciones de los setenta y los ochenta antes de la caída del Muro de Berlín, continuaron provocando debate, fundamentalmente porque en estos manuscritos Marx plantea problemas importantes que no fueron considerados en el Capital, como por ejemplo, las cuestiones planteadas en mi prefacio al volumen de ensayos que usted recolectó (Karl Marx's Grundrisse. Foundations of the Critique of Political Economy 150 Years Later, editado por M. Musto, Londres-Nueva York, Routledge, 2008).
5) M. M. En el prefacio de este libro, escrito por varios expertos internacionales para conmemorar el 150 aniversario desde su composición, usted escribió: "Quizá este es el momento correcto para regresar al estudio de los Grundrisse menos constreñidos por las consideraciones temporales de las políticas de izquierda entre la denuncia de Nikita Khrushchev de Stalin y la caída de Mikhail Gorbachev". Además, para subrayar el enorme valor de este texto, usted establece que los Grundrisse "contienen análisis y la comprensión, por ejemplo, de la tecnología, que lleva al tratamiento de Marx del capitalismo mas allá del siglo XIX en la era de una sociedad donde la producción no requiere ya mano de obra masiva, de automatización, de potencial de tiempo libre y de las transformaciones de alienación en tales circunstancias. Este es el único texto que va, de alguna manera, más allá de los propios indicios de Marx del futuro comunista en la Ideología Alemana. En pocas palabras, ha sido correctamente descrito como el pensamiento de Marx en toda su riqueza. Por tanto ¿cuál podría ser el resultado de la re-lectura de los Grundrisse hoy?
E. H. No hay probablemente más que un puñado de editores y traductores que han tenido un pleno conocimiento de esta gran y notoriamente difícil masa de textos. Pero una re-re-lectura o más bien lectura de ellos hoy puede ayudarnos a repensar a Marx: a distinguir lo general en el análisis del capitalismo de Marx de lo que fue específico de la situación de la "sociedad burguesa" en la mitad del siglo XIX. No podemos predecir qué conclusiones de este análisis son posibles y probablemente solamente que ellos ciertamente no llevarán a acuerdos unánimes.
6) M. M. Para terminar una pregunta final ¿Por qué es importante leer hoy a Marx?
E. H. Para cualquier interesado en las ideas, sea un estudiante universitario o no, es patentemente claro que Marx es y permanecerá como una de las grandes mentes filosóficas y analistas económicas del siglo diecinueve y, en su máxima expresión, un maestro de una prosa apasionada. También es importante leer a Marx porque el mundo en el cual vivimos hoy, no puede entenderse sin la influencia que los escritos de este hombre tuvieron sobre el siglo XX. Y finalmente debería ser leído porque como él mismo escribió, el mundo no puede ser cambiado de manera efectiva a menos que sea entendido, y Marx permanece como una soberbia guía para la comprensión del mundo y los problemas a los que debemos hacer frente.
Eric Hobsbawm es el decano de la historiografía marxista británica. Uno de sus últimos libros es un volumen de memorias autobiográficas: Años interesantes, Barcelona, Critica, 2003. 

Traducción para Sinpermiso: Gabriel Vargas Lozano

Reforma financiera


Reforma financiera
León Bendesky
E
l sistema financiero debería cumplir una función clave en el proceso de crecimiento de la economía. Esto no siempre ocurre. Hoy en México es un tema abierto de discusión el bajo nivel de acceso al crédito y, en particular, para las micro, pequeñas y medianas empresas.
El crédito y, en general, los diversos instrumentos de financiamiento de la producción y del consumo son elementos que permiten movilizar los recursos materiales y generar empleos.
Son una forma de adelantar las decisiones de inversión y de consumo y, por lo tanto, es necesario que existan o se creen las fuentes de repago cuando los compromisos con los acreedores llegan a su vencimiento.
Una de las cuestiones básicas acerca del crédito es por qué los que prestan lo hacen y por qué los que deben pagan. Una respuesta formal es que existe un contrato que ampara los créditos, los cuales deben estar sustentados por un sistema legal que haga posible validarlos.
Pero esto no es suficiente para que el mecanismo del crédito funcione de modo eficaz. Esta es una actividad basada esencialmente en los riesgos, en cómo se estiman y clasifican, de ahí se deriva la formación de reservas y la constitución del capital para preservar la estabilidad de las instituciones financieras y del sistema en su conjunto.
Puede tenerse un sistema bancario sólido sin que eso se exprese en más disponibilidad de crédito, especialmente cuando la composición del sistema es muy diferenciado, es decir, con una fuerte concentración en unos cuantos y, además, cuando son de propiedad extranjera.
Es ahí donde se establece una relación compleja en el contexto de la regulación y la supervisión. Todo esto es parte de las cuestiones que se debilitaron y que llevaron a la crisis financiera de 2008, que aún marca la actividad del sector en el mundo.
Estos asuntos conforman las pautas que definen el proceso de crédito tanto por el lado las cantidades que se ofrecen como de las que se demandan en los mercados. Además de que inciden de manera directa en los costos: tasa de interés, comisiones y otras condiciones. El crédito para ser efectivo tiene que ser suficiente, accesible, a plazos que lo hagan útil para ambas partes, y oportuno. Los mecanismos de fijación de las cantidades y los precios son muy específicos en el sector financiero y esa es una fuente de distorsión relevante del mercado.
En este sentido, el caso de México padece muchas de esas distorsiones que lo hacen poco eficaz. Por ello es que el crédito al consumo o el de nómina crece mucho más rápido que el destinado a la producción. Es, finalmente, un asunto de rentabilidad. Los bancos, en especial los más grandes, son muy rentables pero no por ello eficientes en la asignación del crédito.
La reforma financiera que propone el gobierno se dirige a aumentar la cantidad de crédito y a reducir los costos. Consiste de 14 iniciativas que modificarían 38 leyes y uno de sus objetivos es crear un marco jurídico que lo sustente. En palabras del secretario de Hacienda: Se trata de generar las condiciones institucionales para el cumplimiento de los contratos mercantiles, la ejecución de garantías y la ordenada resolución en los casos de concurso mercantil.
Ese es un factor relevante, pero el sistema financiero opera en el marco de lo que se puede llamar su arquitectura. La reforma no podrá ser integral, en el sentido de ampliar las fuentes de financiamiento, si no considera de modo explícito en sentido de esa arquitectura en términos de su estructura y su diseño, o dicho de otro modo, de su funcionalidad sistémica.
Se trata, sin duda, de un sistema complejo, pues involucra distintas líneas de causalidad. Hay una amplia serie de efectos de índole positivo y negativo que ocurren cuando entran en contacto los acreedores y deudores, hay factores que dilatan las decisiones de crédito y, sobre todo, las acciones de la política pública para regularlo. Las interconexiones pueden identificarse y advertir las repercusiones de las decisiones que se toman por cada uno de los agentes que participan. Ahí debe insertarse el debate técnico, institucional y político de la reforma financiera.
El sistema financiero está dominado por los bancos, pues ahí está la mayor parte de los recursos y de los mecanismos para prestar. Pero una reforma de envergadura no puede dejar de lado otros canales como el mercado de valores, las sociedades de inversión o el conjunto de las instituciones que operan en el sector de las finanzas populares.
Un mapa de la arquitectura del sistema financiero del país muestra claramente la intrincada red de relaciones que existen y que abarcan tanto a distintos segmentos del sector privado –que ha ido cambiando significativamente durante la última década–, como al propio gobierno y su política financiera y fiscal y, también, a los diversos segmentos del mercado como los que hay en una economía tan desigual como la mexicana. En ese sentido, ignorar la arquitectura y su carácter sistémico hará que la reforma sea muy parcial y sus efectos limitados.
Hay dos cuestiones adicionales que considerar al respecto. Una se advierte en las estimaciones más recientes sobre la informalidad económica que, según los datos oficiales, abarca a 60 por ciento de la población económicamente activa. La otra se aprecia en los resultados recientemente publicados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2012) y lo que ella dice del reducido acceso al crédito, del poco conocimiento de la población de los servicios y las condiciones del endeudamiento y de las instancias de defensa como la Condusef. La mayor parte de la gente se sigue financiando de modo tradicional: familia, amigos, tandas y prestamistas informales.

domingo, 28 de abril de 2013

Michael Lowy: ecosocialismo, alternativa contra el capitalismo


Ecosocialismo, alternativa contra el capitalismo: Löwy
En México, el control perfeccionado de la protesta
Pese a la oligarquía, ha estado a la vanguardia en los procesos de cambio, dice el filósofo
Arturo Jiménez y Emir Olivares
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de abril de 2013, p. 36
Varios gobiernos y sociedades de países de América Latina, como Venezuela y Ecuador, pero sobre todo Bolivia, comienzan a darle importancia a la problemática ecológica y al llamado ecosocialismo, el cual se tornará en una de las cuestiones centrales para cualquier movimiento antisistémico en el siglo XXI, dice en entrevista el sociólogo y filósofo franco-brasileño Michael Löwy.
Advierte que el capitalismo, en su etapa de neoliberalismo, nos está llevando con una rapidez terrible a una catástrofe ecológica sin precedente en la historia de la humanidad: el calentamiento global y el cambio climático. Enfrentarse a eso es enfrentarse al capitalismo. Por ello, esa problemática ha permitido el surgimiento del ecosocialismo, ya que un socialismo ecológico es la alternativa a la destrucción capitalista del medio ambiente.
Recibirá la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana
Löwy (Brasil, 1938) recibirá el lunes la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana, en una ceremonia en la sede de esa casa de estudios, en Jalapa. La distinción también será entregada a Carlos Prieto, Pablo Rudomín y Emilio Gidi. Este domingo, el filósofo franco-brasileño presentará su obra Sociología y religión, aproximaciones intempestivas, editado por la Universidad Veracruzana, en la Feria Internacional del Libro Universitario.
Investigador emérito y director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París, Löwy se siente muy distinguido con el premio y dice que es una ocasión para conocer Veracruz. “Lo único que conozco de ese estado es elwestern Veracruz (1954, con Gary Cooper, Burt Lancaster, Denise Darcel y Sarita Montiel), de Robert Albricht, opera prima bastante radical por la que éste sufrió persecución durante el macartismo”.
Reacio al principio a hablar sobre la situación en México, lanza en un primer momento: “Como decía Lampedusa en El gatopardo: ‘se ha cambiado todo para que todo siga como siempre’”. Y un rato después, más como una esperanza que como un análisis del presente:
“En la historia del siglo XX México ha estado muchas veces en la vanguardia de los procesos revolucionarios en América Latina y el mundo, la Revolución Mexicana fue la primera del siglo XX. El gobierno de Cárdenas fue el más progresista de América Latina en los años 30; el levantamiento zapatista en los 90 fue la primera señal de una ola de lucha antineoliberal después de la caída del Muro de Berlín, del supuesto fin de la historia. En muchos momentos de la historia del siglo XX México ha estado a la vanguardia. La esperanza nuestra, como latinoamericanos y anticapitalistas, es que eso va a pasar también alguna vez en el futuro.
En México hay potencial de protesta; un deseo de cambio, pero hasta ahora la oligarquía ha logrado mantenerse, utilizando un sistema de control de los movimientos sociales que tiene casi un siglo; es el más perfeccionado.
De lo que sí habla de manera amplia es de América Latina, donde se “ha logrado cambiar un poco las estructuras de poder; han sido echados los gobiernos identificados con el neoliberalismo –aunque no en todos los países, como México y Colombia–, a veces por verdaderas insurrecciones populares, como en Argentina y Bolivia, y otras veces por las dirigencias. Sin indignación, la gente no va a cambiar nada. Es la primera condición. Como dice mi amigo y compañero recién fallecido Daniel Bensaïd: la gente se indigna, se levanta y se pone a caminar”.
–¿Qué representan hoy y por qué son una constante los actuales movimientos sociales en el mundo?
–Hay un vector común de lo que hemos visto en Europa, Medio Oriente, Estados Unidos o América Latina: la indignación, o como dicen los zapatistas, la digna rabia. Hay un sentimiento muy poderoso en la gente, la juventud, los trabajadores, los desempleados, las mujeres y los indígenas, de injusticia social, de opresión, de tiranía no personal –aunque a veces sí– de las estructuras sociales, económicas y políticas. Y esa indignación es el inicio de todo, después pueden venir demandas, reivindicaciones, programas, quizá partidos.
–Llama la atención que estos procesos de cambio en AL, sobre todo si se toma en cuenta la época de las dictaduras, son mediante elecciones. ¿Cuál es la reflexión?
–Después que cayeron las dictaduras, de una forma o de otra se abrió un espacio democrático. Y como decía el mismo Che Guevara, ahí donde hay un mínimo de democracia, no está planteada la lucha armada, hay que utilizar los instrumentos democráticos. Entonces, la izquierda en general, con algunas excepciones –como los casos colombiano y mexicano, que son un poco especiales–, optó por la vía electoral, y con resultados positivos.
“Claro, esa vía electoral fue precedida en la mayor parte de los países por verdaderos levantamientos populares, como el caracazo en Venezuela, en Buenos Aires en 2001 –donde se cercó la Casa Rosada y el presidente tuvo que huir en helicóptero–, en Bolivia. Las elecciones fueron precedidas de verdaderas seminsurrecciones populares. Algo parecido pasó en Oaxaca, pero no es exactamente lo mismo.
“Los cambios se dieron por la vía electoral, con gobiernos de centro-izquierda en la mayoría de los países, formas de lo que llamaría el ‘social liberalismo’, una variante más social, más progresista, de las mismas políticas neoliberales: Brasil, Uruguay, Chile hace unos años.
“Y el otro ejemplo son los gobiernos más radicales, antioligárquicos, antimperialistas, planteando por lo menos como horizonte histórico el socialismo del siglo XXI: Venezuela, con la revolución bolivariana; Bolivia, con el socialismo de Evo Morales, y Ecuador, con Rafael Correa y la revolución ciudadana. Están muy lejos del socialismo, pero por lo menos se plantean esa perspectiva. Tienen sus propios límites, contradicciones, problemas, pero hasta ahora son lo más avanzado que hay en América Latina.
Ahora, los movimientos sociales siguen teniendo un papel importante en nuestros países, a veces enfrentándose con el gobierno, presionándolo, criticándolo; tal vez en cierto momento apoyándolo en contra de las ofensivas de la derecha. Lo importante es que los movimientos sociales sigan teniendo autonomía. Si se someten a la política de los gobiernos, aunque éstos sean de izquierda, es muy negativo.
Para Löwy, Ecuador, Bolivia y Venezuela constituyen lo más avanzado como experiencia social, económica y política. “Son un poco un ejemplo que permite a la gente de izquierda criticar a los gobiernos de Brasil, Uruguay y Argentina, diciéndoles: ‘Miren, es posible utilizar la renta del petróleo para mejorar la condición de los pobres, expropiar las riquezas naturales, echar fuera las bases militares yanquis, etcétera.’ Es un ejemplo positivo, pero con sus limitaciones”.
Acerca del ecosocialismo, comenta: “Evo Morales ha jugado un papel positivo en eso. Fue el único mandatario que en la Conferencia de Copenhague en 2009 se solidarizó con la protesta de los movimientos sociales, en una gran manifestación de 100 mil personas; yo estuve ahí, con la consigna ‘Cambiemos el sistema, no el clima.’ Y Evo salió diciendo: ‘Estoy con ustedes’. Y después se convocó en Bolivia a una conferencia internacional de los pueblos contra el capitalismo y el cambio climático, en defensa de la madre tierra, con 30 mil delegados”.
También menciona a Venezuela y Ecuador y dice que, aunque con ciertas contradicciones por una realidad marcada por problemas de contaminación, ya comienzan a ubicarse en los planteamientos del ecosocialismo.
–¿Qué riesgo implica para Venezuela no contar con la figura de Hugo Chávez?
–Chávez era la gran fuerza y la gran debilidad de la revolución bolivariana. La gran fuerza, porque él con su carisma, con su radicalidad, fue el impulsor de todo ese proceso. Y la debilidad porque todo dependía de él, pues el creó el partido, el sindicato fue una decisión de arriba, todo impulsado desde el gabinete de Chávez, y todo basado en su carisma personal. Entonces, cuando desaparece Chávez se debilita el movimiento, y eso es muy negativo, contrariamente a otros países donde hay una estructura social y política autónoma y después tiene su expresión política.
Por ejemplo, el proceso en Bolivia no depende tanto de la persona de Evo, aunque también es una figura carismática. El reto en Venezuela es dar continuidad al proceso para que avance, porque las revoluciones que no avanzan, regresan, eso es una ley de la historia.

Pasajes de historia mundial. Por Francisco sagal


Considero que los principales eventos, que desencadenaron el conflicto en los años 1905-1939, fueron las ambiciones territoriales de las potencias, principalmente Alemania, Rusia, Japón y demás potencias involucradas. La necesidad de ampliar sus mercados, aumentar la tasa de beneficios, doblegar y someter a algunas naciones, fueron los factores claves, que desencadenaron las dos guerras mundiales de este periodo.
El capitalismo mundial, ya se había estrenado como un capitalismo monopolista y trasnacional y hacia de su actividad exportadora su vocación. Para esos años, Rusia pese a que tenía en el gobierno al zar, su territorio estaba cada vez mas invadido por las trasnacionales capitalistas, desarrollando estas últimas grandes ciudades industriales como Petersburgo o Moscú, entre muchas otras.
Crecía en las ciudades industriales rusas, un nutrido proletariado industrial, que no abandonaba sus tradicionales raíces campesinas comunitarias. El partido bolchevique liderado por Lenin se armo de una estrategia política anticapitalista y de una vanguardia revolucionaria con influencia de masas, que puso fin a la primera guerra  mundial y en base al liderazgo de los consejos democráticos y revolucionarios de las masas obreras y campesinas derroto al capitalismo en su región y empezó a fincar las bases económicas de un estado post capitalista, basado en la propiedad colectiva de los medios de producción. El ejército rojo que encabezaron Lenin y Troski fue el instrumento revolucionario, que puso fin a la oligarquía del zarismo y del capitalismo.
La disputa entre Alemania y el estado soviético, llevo o condujo a los alemanes a pretender derrotar o destruir al incipiente socialismo en Rusia. Al fracasar las revueltas populares en Alemania, encabezadas por Rosa Luxemburgo y el partido comunista alemán, la clase media acomodada busca una alternativa política de sobrevivencia del capitalismo, y la encuentra en el movimiento nacionalista-socialista-nazi- que lidera Hitler. Este ultimo proviene de las filas bajas del ejército alemán y que había participado en la primera guerra mundial, se envuelve en una ideología pequeño burguesa, de abierto nacionalismo y de antisemitismo judío, de supremacía de la raza aria, de la necesidad de conformar un extenso imperio alemán en el mundo, usa la violencia más extrema contra los judíos, los comunistas, los socialdemócratas, los sindicalistas, los opositores en general, a los cuales los asesinan y meten para acabar con ellos en campos de concentración por toda Europa.
El partido nazi alemán  tiene su afluente en el partido fascista de Mussolini y también pertrechan y dirigen al general Franco español, para derrotar a la republica democrática española.
La ofensiva nazi contra Rusia, llevo a esta última a retirar su industria hacia el este, de tal manera,
Que los nazis no pudieran arrebatarla y obligarlos a presentar batalla hacia las estepas del este. La guerra se prolonga con la  invasión de los países rusos del este. La persecución y  centros de concentración para prisioneros rusos, hacen que el ejército ruso se retire hasta muy adentro en los grandes territorios del este.
En Stalingrado se da la batalla principal en donde es detenido el avance nazi. Allí es donde el ejército alemán pierde 500 mil soldados de elite. La guerra se prolonga y llega el invierno, el cual es aprovechado por el ejército ruso para liquidar al ejército nazi y aliados, persiguiéndolo hasta la capital Berlín, donde destruyen al ejército nazi y Hitler muere en su bunquer. Los rusos liberaron las republicas de Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Lituania, Azerbaiyán,  y muchas otras del este europeo
Fuentes: Carpentier, Jean y Leblen Francois. Breve historia de Europa.

viernes, 26 de abril de 2013

Margaret Thatcher


Por DAVE Kellaway

(De socialistresistance.org, la revista de la Cuarta Internacional en el Reino Unido.)

Si todavía tenemos otro argumento sobre por qué debemos poner nuestras energías políticas en la construcción de una alternativa de lucha por un trabajo Nación luego comparar y contrastar estas declaraciones sobre la muerte de Margaret Thatcher:

Ed Miliband MP, líder de la oposición, dijo: "Le envío mi más sentido pésame a la familia de la señora Thatcher, en particular, Mark y Carol Thatcher.

"Ella será recordada como una figura única. Se reformó la política de toda una generación. Ella fue la primera mujer primer ministro de Gran Bretaña. Se movió el piso central de la política británica y fue una gran figura de la escena mundial.

"El Grupo de Trabajo estuvo de acuerdo con mucho de lo que hizo y ella siempre seguirá siendo una figura polémica. Pero podemos estar en desacuerdo y también respetar en gran medida sus logros políticos y su fuerza personal.

"También se define la política de la década de 1980. David Cameron, Nick Clegg y todo creció en una política formada por Lady Thatcher. Nos tomamos caminos diferentes, pero con ella como la figura crucial de la época.

"Ella hizo frente a sus últimos y difíciles años con dignidad y coraje. Los críticos y seguidores recordarán ella en su apogeo ".

[Por el contrario] Ken Loach, promotor del nuevo movimiento Coalición de Izquierda declaró: Margaret Thatcher fue la más divisiva y destructiva el primer ministro de la época moderna. El desempleo masivo, el cierre de fábricas, comunidades destruidas - este es su legado. Era un luchador y su enemigo era la clase obrera británica. Sus victorias fueron ayudados por los líderes políticos corruptos del Partido Laborista y de muchos Sindicatos. Es a causa de las políticas iniciadas por la que estamos en este lío today.Other primeros ministros han seguido su camino, especialmente Tony Blair. Ella era el organillero, él era el mono. Recuerde que ella llamó un terrorista Mandela y tomó el té con el torturador y asesino Pinochet. ¿Cómo la honraremos? Vamos a privatizar su funeral. Ponlo a licitación y aceptar la oferta más barata. Es lo que ella hubiera querido.

Aquí tenemos un líder que participa con menores, críticas sordas, en la mistificación de la historia que contribuye a la prevención de los trabajadores que conocen la verdad sobre el pasado y cómo se ha creado el presente. Luego hay otro que en unas pocas frases sencillas explica el papel Thatcher jugó como líder de su clase y cómo la dirección del Trabajo, en especial, Tony Blair, ha colaborado en la incorporación de Thatcher neo-liberalismo como el "sentido común" de la vida política británica.

Es extrañamente apropiado que los efectos positivos de la película de Ken, el Espíritu del '45, ha tenido lugar en el momento de la muerte de Thatcher. La importancia de las conquistas sociales del movimiento obrero es re-afirmó mientras todo el mundo está hablando de la persona más responsable de liderar la ofensiva de la clase dominante para invertir esas ganancias ahora considerado demasiado costoso para el lucro del sistema capitalista. Además, el debate actual sobre el bienestar, con la manipulación obscena del caso de violencia doméstica Philpott para justificar nuevos recortes, encaja totalmente dentro de la continuidad de esta ofensiva. No es de extrañar que Cameron, ayudado por la mayor parte de la prensa y la televisión, se ordeñar todo el evento para presentar repetidamente una versión de la historia que identifica logros democráticos, incluso sociales, consagrado en el bienestar social o la prestación colectiva, como una barrera para el crecimiento económico , la oportunidad y la libertad individual.

Como era de esperar el Daily Mail está recopilando todos los comentarios de odio "contra Thatcher incluyendo noticias de gente de fiesta pública. Parlamentarios conservadores denuncian a nadie 'celebrar' como gamberros borrachos e incluso Tom Watson, el diputado laborista y el martillo de Murdoch, ha advertido de la izquierda de criticar. Si Cameron y la clase política tuvieron por un momento se refirió al fallecimiento de Thatcher como un asunto privado y dieron sus condolencias simples que puede haber algún tipo de justificación para una tregua política temporal. Sin embargo desde el principio Cameron se refirió a Thatcher frente a los barones sindicales y de ser un gran defensor de la libertad.

Cada llamada historia documental de su vida, sin cesar repetida en la televisión, supone una narrativa que es intensamente ideológica. Por ejemplo, siempre se nos habla del caos del invierno del descontento (1978/9) causada por los sindicatos que supuestamente gobernaban la tierra y la falta de competitividad de la industria británica. No hay sindicalistas de la época nunca se entrevistó a explicar por qué estaban en lucha que acaba de obtener imágenes de undug tumbas y tíos apiñados alrededor de los braseros. No hay enlaces se jamás se ha hecho de forma sistemática entre la recesión actual, donde el peso del sector financiero en la economía británica, como Will Hutton en el observador siempre está señalando, en realidad exacerba aún más.

Thatcher fue la primera en desregular el sector financiero y permita que la industria de la pérdida temporal de decisiones van a la pared. Lo que los medios no explica es que Thatcher era muy útil para la clase dominante porque ella entiende mejor que algunos de sus representantes más patricias como Ted Heath, lo que la lucha de clases se trataba.

Absorbiendo las teorías de Hayek y otros que sabía que mientras los barones sindicales fueron claramente no está en marcha el país el nivel básico de resistencia de la clase de trabajo en el día a día se había convertido en un obstáculo para el restablecimiento de una mayor tasa de ganancia. Ella sabía que el capital tuvo que volver a organizarse mediante la destrucción de algunas de sus industrias, que tenía muy baja tasa de ganancia. Por encima de todo lo que sabía que todo esto no era una operación técnica, sino la voluntad política necesaria y un puño de hierro. De ahí que organizó la policía en una nueva forma de combatir eficazmente los mineros. Sabía algo acerca de la relación de fuerzas de clase que le faltaba a la mentalidad de toda la mano de obra reformista o liderazgo sindical (aparte de la honrosa excepción de Scargill que tal vez tenía otros defectos). Este último sin duda tenía razón cuando dijo que la clase obrera necesita el tipo de liderazgo vigoroso que Thatcher dio a su clase.

Afortunadamente, el grado de sus ataques, el contexto económico cambió y la continuidad de una tradición de izquierda radical no significa que el TV / Tory / foto Laborista no va sin respuesta. Entrevistas con los mineros como Pete Mansell de la zona minera Rotheram cortar a través de las sutilezas Miliband / Harman con el análisis de aguas cristalinas:

"Fue la lucha de clases, la gente por encima de nosotros no quieren que ganemos. La gente con dinero no querían ust para ganar. Si hubiéramos ganado, no sería capaz de salir con lo que están haciendo ahora, recortar los beneficios para las personas con discapacidad y cosas por el estilo. Los sindicatos habrían detenido. Pero hemos perdido ".

Si la reacción de la gente de trabajo incluye un poco de mal gusto "celebración", que puede ser un poco apolítico, entonces que así sea. No vuelvas a pensar que era un hombre de buen gusto, el cuidado que le dio un carajo de lo que los enemigos políticos pensaban de ella. Si sólo algunos de nuestros llamados líderes habían tenido algo de la misma acero durante eventos clave como la huelga de los mineros.

Recuerde, Kinnock utiliza tácticas de Scargill como excusa y cubrir de rechazar cualquier apoyo oficial real a partir del trabajo de los mineros. No es un asunto menor ya que todo el legado de Thatcher se cuelga mucho más en la derrota de los mineros que cualquier otra cosa, como la guerra de las Malvinas o las privatizaciones. Blairismo se basa sólidamente en esas derrotas y su venta de 'modernización' plausible ideología amaraje cláusula IV, que en el papel sigue apostando Trabajo a la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía.

A pesar de su condena de feminismo como "veneno" y su negativa a apoyar las demandas de liberación o de la promoción de la igualdad entre el hecho objetivo de que ella fue la primera mujer primer ministro cambió indudablemente objetiva ideología sobre el papel que las mujeres pueden desempeñar en la política o en la vida pública de las mujeres. Al igual que Obama, a pesar de sus políticas de drones asesinos a nivel internacional, su incapacidad para reformar realmente la atención sanitaria y la posición relativamente estable de los afroamericanos, ha cambiado la forma de los negros ven a sí mismos y los blancos ven a los negros en la política. Historia y política a desarrollar de una manera desordenada, a veces paradójica.

Durante el tiempo de funcionamiento hasta los 8 millones de libras esterlinas funeral cuasi-estado, la izquierda debería seguir participando en todos los debates sobre el legado de Thatcher y el foco más importante del thatcherismo en lugar de a la persona sola. Existen brechas en la hagiografía, hay un rumor de que el Telegraph o el correo tuvieron que cerrar los comentarios en uno de sus artículos debido a los abusos que había recibido.

El Twittersphere y la web tienen miles de personas que se niegan a compartir el punto de vista oficial. El legado se mantiene activo y se ve en la norma permanente de los bancos y el desmantelamiento de más de la liquidación de la posguerra. La oposición a Thatcher puede vincularse a la campaña contra el impuesto dormitorio o apoyo a la creación de re-apropiarse de lo mejor del espíritu de 45 en iniciativas como la Asamblea del Pueblo 22 de junio. Edificio Coalición de Izquierda (leftunity.org), junto a Ken Loach y otros 7000 como un nuevo enfoque no sectario de la lucha de clases a la izquierda radical, es otra manera útil de avanzar.

Aquellos de nosotros que vivimos a través del primer ministro de Thatcher tienen la responsabilidad de hacer frente a la farsa del registro histórico que se presenta por los expertos y políticos en la televisión, prensa y radio. Personalmente, nunca olvidaré el tiempo que los mineros lucharon y la fuerza de los grupos de apoyo por todo el país. Es la conexión humana y su memoria que puede resistir las vicisitudes de la historia y mantener la llama ardiendo para las nuevas generaciones.

Ver: http://socialistresistance.org/ Foto: The Guardian

jueves, 25 de abril de 2013

Transicion intransitable


Transición intransitable

Lorenzo Meyer
25 Abr. 13

TODO DEPENDE

Para unos la transición de México a la democracia ya tuvo lugar y ésta ya se consolidó. Para otros, lo acontecido a partir del 2001 demuestra que a la democracia nunca se le dio realmente la oportunidad de arraigar y que hoy nuestro proceso político pareciera estar marchando por caminos que conducen a consolidar una variante del sistema antidemocrático que caracterizó a los siglos pasados.



¿NUEVO PRI? 

Las grabaciones que el PAN ha hecho públicas, y que proceden de una especie de seminario de funcionarios estatales y operadores del PRI en Veracruz para discutir las mejores formas de transformar los recursos de los programas sociales en votos, no revelan nada nuevo pero constituyen una de las mejores pruebas de cómo se ha institucionalizado la destrucción sistemática del voto libre en las zonas marginadas de un país con más de 52 millones de pobres (Coneval, 2010).

El VeracruzLeaks permite escuchar a miembros del gabinete de Javier Duarte disertar abierta y doctamente ante los operadores priistas en Boca del Río, sobre las oportunidades que les abren programas como Oportunidades para llevar ríos de votos al PRI. A Salvador Manzur, secretario estatal de Finanzas, se le escucha decir que todo el personal de su Secretaría -2,300 personas- se incorpora de manera "respetuosamente voluntaria, pero a fuerza" a la operación de inducción del voto. Y al abordar el tema del Programa Oportunidades asegura: "ya tenemos, afortunadamente, derivado del cambio, ya de la llegada del PRI al gobierno federal, ya tenemos la delegación estatal de Sedesol y también el cambio en la oficina estatal de Oportunidades". Para Manzur es tal la oportunidad que no se puede dejar la responsabilidad de aprovecharla en los encargados del programa. El secretario de Finanzas demanda poner esa responsabilidad en un gran "nosotros" y que es la fusión entre gobierno federal, estatal y la estructura del PRI. Justamente para eso se convocó a la peculiar reunión donde se hizo la grabación. En otro momento, el mismo personaje resume uno de los objetivos de la operación: hacer que las beneficiarias de Oportunidades en la zona -alrededor de 4 mil- "jalen" con el PRI, pero en caso de que se considere que algunas "de plano no van a jalar con nosotros", entonces se debe sustituirlas pero siguiendo la "normatividad", aunque, optimista, supone que no habrá que dar de baja a todas, pues probablemente una parte de ellas "se pasen a nuestro lado". En todo caso, estas operaciones cuentan con el aval, y esto se repite una y otra vez, del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Por su parte Pablo Anaya, secretario estatal de Salud, demanda quitar "a todas, a todas" las vocales del programa; darlas de baja y sustituirlas por las que proponga el PRI, pues sólo de esta manera se podrá asegurar el objetivo, (http://www.animalpolitico.com/2013/04/los-videos-del-caso-oportunidades/#axzz2RDI0Dwj9).

Citas como las anteriores abundan y el conjunto bien podría convertirse en un documento al estilo de los "casos de estudio" de la Harvard Business School, que serviría para explicar la mecánica de cómo usar los recursos de programas como los que administra la Sedesol, no para cumplir su objetivo formal -aliviar los efectos o atacar las causas de la pobreza-, sino para que el partido en el gobierno gane elecciones.



'NO TE PREOCUPES'

Develado -desnudo total- el uso electoral de Sedesol justamente cuando se pretendía que la visita a México del popular ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva fuera el espaldarazo internacional a la supuesta "Cruzada contra el Hambre", a Enrique Peña no se le ocurrió mejor respuesta a la acusación del PAN que tomarla como un mero incidente electoral. En vez de pedirle su renuncia a la secretaria de Desarrollo Social, Peña le dijo públicamente "no te preocupes, aguanta". Hasta hoy sólo un puñado de funcionarios de segundo orden -los eslabones más débiles de la cadena y totalmente reemplazables- ha sido dado de baja o suspendido y nadie ha sido consignado por un claro delito electoral.

Los priistas de hoy gustan decir que pertenecen a un "nuevo PRI". Sin embargo, después de conocer sus biografías, después de escucharles explicar a detalle el modus operandi para convertir los programas sociales en votos, y después de evaluar la respuesta presidencial ante la naturaleza de lo expuesto por el VeracruzLeaks, queda claro que el PRI de hoy no es en nada distinto del histórico. La naturaleza del PRI, que nació como PNR en 1929, se reprodujo casi sin variaciones hasta hoy, y lo sucedido entre 2000 y 2012 fue sólo un tropiezo sin mayores consecuencias.



LA CONTRIBUCIÓN DEL PAN

Pero el haber hecho impracticable la oportunidad que se abrió en el 2000 para que México transitara a la democracia no es sólo obra del PRI sino fundamentalmente del PAN, pues ese partido nunca estuvo a la altura de su responsabilidad histórica: Vicente Fox prefirió ofrecerle al PRI "cogobernar" el cambio que enfrentarlo y Felipe Calderón decidió ganar su elección "haiga sido como haiga sido". Por eso hoy la PGR nos ofrece dos ejemplos de algo más que mera incompetencia política del PAN: ejemplos de cómo con Calderón el PAN siguió los pasos del PRI en hacer un uso político de la justicia.



JENNIFER

Noé Ramírez Mandujano, quien fuera responsable de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, fue arrestado en noviembre de 2008 -después de que se lanzara la Iniciativa Mérida contra el narcotráfico y de que Calderón necesitara mostrar a sus socios norteamericanos su disposición a limpiar su gobierno de vinculados con el narcotráfico-, acusado de colaborar con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva por 450 mil dólares mensuales. En una "Operación Limpieza" fueron detenidos, en 2008, 25 funcionarios; la cosa parecía ir en serio. En mayo de 2012, casi al final del sexenio de Calderón, Tomás Ángeles Dauahare, general de división en retiro y antiguo subsecretario de Defensa, también fue arrestado junto con otros cinco militares y acusado de tener relación con los Beltrán Leyva a cambio de 50 mil dólares mensuales. De nuevo, Jennifer fue la fuente de la acusación, pero el arresto tuvo lugar apenas días después de que el general Ángeles participara en un foro de priistas y donde criticó la que había sido la política central del calderonismo: la fallida lucha contra las organizaciones de narcotraficantes.

A menos de cinco meses de iniciada la actual administración, la PGR anuncia que tanto Ramírez Mandujano como el general Ángeles recobraban su libertad porque las acusaciones en su contra fueron fabricadas, resultado de un montaje calderonista que, al final, no pudo probar los cargos. Hoy Ramírez Mandujano asegura que él perdió cuatro años de libertad pero los infiltrados por los cárteles en el gobierno siguen libres. Y en el caso del general Ángeles se sospecha que se le encarceló para quitarle la posibilidad de ser secretario de Defensa (Proceso, 21 de abril; La Jornada, 18 de abril).



CONCLUSIÓN

En el 2000 la política mexicana empezó a transitar por un nuevo rumbo, pero indicadores como los aquí mencionados muestran que ese rumbo no era el que conducía a la democracia.


www.lorenzomeyer.com.mx 

agenda_ciudadana@hotmail.com

Dos politicas: diferentes resultados


Dos políticas: diferentes resultados
Orlando Delgado Selley
T
ras la decisión electoral que eligió a Shinzo Abe en Japón muchas cosas están cambiando en ese país. Ha habido un importante cambio de sentido de la política monetaria del banco central japonés. Otra novedad trascendente es el fin de cinco años de apreciación del yen, observándose una devaluación frente al dólar cercana a 25 por ciento. Esta corrección cambiaria está permitiendo que una industria competitiva aproveche la ventaja que se le ofrece y amplíe sus mercados de exportación. Naturalmente las empresas están mejorando sus niveles de rentabilidad y la economía en su conjunto podría estar creciendo muy por encima de lo esperado. En la proyección del FMI recién presentada, el crecimiento esperado para 2013 aumentó 0.4 puntos porcentuales llegando a 1.6 por ciento.
En contraste, en México el pasado 8 de marzo el banco central redujo la tasa de interés de referencia de 4.5 a 4 por ciento anual. El BdeM destacó que no se trataba del inicio de reducciones continuas como las vividas en 2009. La situación cambiaria, por su parte, ha mostrado en los últimos cuatro meses una significativa apreciación del peso que le ha revaluado 7 por ciento. Se ha sostenido que es el resultado de la nueva condición mexicana una vez terminada la pesadillapanista. Esto es, por lo menos, muy prematuro. Incluso en la proyección del FMI, presentada la semana pasada, se ha reducido 0.1 puntos porcentuales el crecimiento esperado para 2013. Lo que es cierto es que ha habido un flujo importante de capitales especulativos que han llegado al país buscando mejores rendimientos.
En Japón el nuevo gobierno ha logrado que las diferentes áreas de política económica sean congruentes entre sí. Los estímulos fiscales se han alineado con una política monetaria que busca sacar a esa economía de la deflación y del estancamiento. Los primeros resultados parecen confirmar que las empresas han logrado elevar sustancialmente sus ventas al exterior, así como en el mercado interno. Consecuentemente las utilidades y el precio de las acciones de las grandes firmas japonesas se han elevado, generando un clima económico que augura incrementos importantes en la inversión y en el dinamismo económico.
En México la administración priísta, cuya enjundia reformadora parece inagotable, no se ha interesado en corregir uno de los excesos del liberalismo del fin de siglo pasado. La autonomía del banco central y la concentración exclusiva en la estabilidad de precios, se propuso garantizar que las decisiones de política monetaria fueran independientes de las decisiones económicas de quienes fueron electos para conducir al país. Esta autonomización de la política monetaria respecto de la fiscal ha complicado el logro de metas importantes para el funcionamiento económico.
La política del primer ministro Abe, la llamada Abeconomía, tiene –para usar la expresión de Stiglitz: tres flechas: la primera es una política monetaria expansiva, más audaz que los relajamientos cuantitativos I, II y III de la Reserva Federal; la segunda es un estímulo fiscal importante; la tercera es el crecimiento, para lo que se ha propuesto restructurar la economía, mejorando la productividad e incrementando la participación de las mujeres en el trabajo. Por esto, se ha planteado que Japón podría ser uno de los pocos signos de cambio trascendente entre las decaídas economía de los países desarrollados.
En contraste, a la incongruencia entre las diferentes áreas diseñadoras y ejecutoras de la política económica mexicana, hay que sumar que los cambios estructurales que se ha planteado el gobierno federal son los que derivan de una propuesta de reforma estructural que no dio los resultados que sus promotores esperaban. En realidad, amplió sustancialmente las desigualdades que han caracterizado a nuestra sociedad en el contexto de un comportamiento económico francamente mediocre, que sacó a nuestro país de cualquier protagonismo internacional.
La nueva administración federal, tan proclive a impactar con resultados, enfrenta un desafío central: seguir anclada en un modelo económico caduco o aprender de las nuevas líneas de política propuestas por Japón que ofrecen resultados económicos y sociales atendibles.

miércoles, 24 de abril de 2013

Reinhart y Rogoff: el descredito en los tiempos de crisis


Reinhart y Rogoff: el descrédito en los tiempos de crisis
Alejandro Nadal
C
armen Reinhart y Kenneth Rogoff son economistas de la Universidad Harvard. En 2009 publicaron un libro sobre las crisis de deuda pública que abarcaba un periodo de más de 200 años y cubría varias docenas de países. El libro se hizo famoso, recibió premios y homenajes como si se tratara de una gran obra. En medio de la crisis financiera que tenía como epicentro al sector privado, el libro de Reinhart y Rogoff (de ahora en adelante RR) caía muy bien a los poderes establecidos, pues desviaba la atención hacia el excesivo endeudamiento público.
En 2010, RR publicaron un artículo intitulado Crecimiento en tiempos del endeudamiento. RR calcularon las tasas de crecimiento del PIB de una veintena de países para el periodo 1946-2009 y las compararon con los niveles de endeudamiento público. Encontraron que la tasa de crecimiento promedio oscila entre 3 y 4 por ciento cuando el endeudamiento público es inferior al 90 por ciento del PIB. En cambio, más allá de ese nivel de endeudamiento el PIB decrece a una tasa de –0.1 por ciento anual. Para RR la conclusión era clara: la máxima prioridad es reducir el endeudamiento para poder crecer.
De nuevo el artículo de RR fue citado una y mil veces para justificar la aplicación de políticas de austeridad fiscal en Estados Unidos y Europa. Ese trabajo se convirtió en el principal sustento científico para promover la política de consolidación fiscal en los países ya golpeados por la crisis. Y nunca es ocioso insistir en que dicha política ha tenido un terrible impacto sobre el empleo, la desigualdad y la pobreza. El costo social de RR no es despreciable.
Hace pocas semanas, tres economistas de la Universidad de Massachusetts, Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin (de ahora en adelante HAP), trataron de repetir el ejercicio estadístico de RR y se toparon con varios problemas. Su análisis descubrió que Reinhart y Rogoff incurrieron en errores elementales de estadística, manipulación de datos y errores en el manejo de la hoja de cálculo del conocido programa Excel.
El estudio de HAP revela que el principal resultado de RR se alcanzó al excluir datos sobre la experiencia de Australia, Canadá y Nueva Zelanda a finales de los años cuarenta. Los datos sobre Bélgica para todo el periodo también fueron omitidos. Quizás el ejemplo de manipulación más burda corresponde al tratamiento de Nueva Zelanda e Inglaterra. Resulta que en el periodo estudiado Inglaterra tiene 19 años con endeudamiento superior al umbral de 90 por ciento, pero con crecimiento del PIB de 2.4 por ciento. Por otra parte Nueva Zelanda tiene un año de alto endeudamiento (1951) en el que su economía sufre una caída de -7.6 por ciento. Los 19 años de Inglaterra (con alto endeudamiento y crecimiento positivo) y el año de Nueva Zelanda (con alto endeudamiento y caída en el PIB) fueron promediados como si tuvieran el mismo peso. Esa forma de ponderar es evidentemente tramposa, a falta de otro calificativo.
En síntesis, utilizando la misma base de datos de RR, cuando se corrigen estos problemas se llega al resultado de que para los países con endeudamiento por arriba de 90 por ciento del PIB la tasa de crecimiento es positiva (2.2 por ciento) en lugar de negativa (-0.1 por ciento) como alegan RR. En síntesis, los datos de RR corregidos indican que la tasa de crecimiento para países con alto endeudamiento es ligeramente inferior a la que corresponde a países con menores niveles de endeudamiento.
El problema no está solamente en los errores aritméticos y manipulación de datos identificados por HAP. Ya de entrada la base teórica de la investigación de Reinhart y Rogoff es una zona de desastre. Su libro de 2009 es un amplio catálogo de errores y descuidos. Se dejan de lado regímenes distintos de creación monetaria, de tipos de cambio, se agrega deuda en divisas extranjeras y monedas nacionales y se falla al no distinguir cuidadosamente la deuda soberana de la privada. Las observaciones año-país del artículo de RR para 1946-2009 también dejan mucho que desear en términos analíticos.
Quizás el principal defecto de Reinhart y Rogoff es su visión simplista sobre el vínculo de causalidad entre endeudamiento y crecimiento. RR han promovido de manera explícita y en múltiples ocasiones la idea de que el endeudamiento es la causa del lento crecimiento. Nunca han dedicado su atención a la posibilidad de que la causalidad siga el camino inverso: es decir, que un lento crecimiento sea el origen de un mayor endeudamiento. Esto tiene bases analíticas importantes, además de numerosos ejemplos empíricos. Por ejemplo, el coeficiente deuda/PIB de Japón es el más alto del mundo y fue provocado por dos décadas de crecimiento mediocre.
No es correcto aventurar conjeturas sobre las intenciones de Reinhart y Rogoff. Hoy han respondido aceptando algunos de sus errores, pero insisten en que la crítica no cambia sus resultados principales. Lo que sí podemos observar es que se han hundido cada vez más en el pantano del descrédito.

lunes, 22 de abril de 2013

Progreso destructivo: Marx, Engels y la ecologia


Progreso destructivo: Marx, Engels y la ecología

29/06/11 Por Michael Lowy
Lo que pega desde los primeros escritos de Marx es su anunciadonaturalismo, su visión del ser humano como ser natural, inseparable de su ambiente natural. La naturaleza, escribe Marx en los Manuscritos de 1844, es "el cuerpo no-orgánico del hombre". O de nuevo: "Decir que la vida física e intelectual del hombre está indisolublemente ligada a la naturaleza no significa otra cosa que la naturaleza está ligada indisolublemente a ella misma, porque el hombre es parte de la naturaleza". Ciertamente, Marx se reclama humanista, pero él define al comunismo como un humanismo que es, al mismo tiempo, un "naturalismo activo"; y sobre todo, él lo concibe como la verdadera solución "del antagonismo entre el hombre y la naturaleza".
¿En qué medida el pensamiento de Marx yEngels es compatible con la ecología moderna? ¿Puede concebirse una lectura ecológica de Marx? ¿Cuáles son las adquisiciones del marxismoindispensables para la constitución de un ecosocialismo a la altura de los desafíos del siglo de XXI?
¿Y qué concepciones deMarx requieren una "revisión" según estos requisitos? Las notas breves que siguen no tienen la ambición de contestar estas preguntas, sino solamente de poner algunas orientaciones para el debate.
Mi punto de arranque es la observación de que:
a) los temas ecológicos no tienen un lugar central en el aparato teórico marxista;
b) los escritos de Marx y Engels sobre las relaciones entre las sociedades humanas y la naturaleza están lejanas ser unívocas, y puede ser, por consiguiente, el objeto de interpretaciones diferentes. De estas premisas, intentaré poner en evidencia las tensiones o contradicciones en los textos de los fundadores del materialismo histórico, mientras subrayo, sin embargo, las pistas que dan para una ecología de inspiración marxista.
¿Cuáles son las principales críticas de los ambientalistas al pensamiento de Marx y Engels? En primer lugar, se le describe como partidario de un humanismo conquistador, prometeico, que opone al hombre con la naturaleza, y hace de él «el amo y Señor del mundo natural». Es verdad que se encuentran en su pensamiento muchas referencias al "control", a la "subordinación" o al mismo "dominio" de la naturaleza. Por ejemplo, según Engels, en el socialismo, los seres humanos "por primera vez serán los amos reales y conscientes de la naturaleza, como amos de su propia vida en sociedad". (1) Sin embargo, como veremos bajo los términos de "subordinación" o "dominio" de la naturaleza a menudo Marx y Engels simplemente se refieren al conocimiento de las leyes de la naturaleza.
Por otro lado, lo que pega desde los primeros escritos de Marx es su anunciado naturalismo, su visión del ser humano como ser natural, inseparable de su ambiente natural. La naturaleza, escribe Marx en los Manuscritos de 1844, es "el cuerpo no-orgánico del hombre". O de nuevo: "Decir que la vida física e intelectual del hombre está indisolublemente ligada a la naturaleza no significa otra cosa que la naturaleza está ligada indisolublemente a ella misma, porque el hombre es parte de la naturaleza". Ciertamente, Marx se reclama humanista, pero él define al comunismo como un humanismo que es, al mismo tiempo, un "naturalismo activo"; y sobre todo, él lo concibe como la verdadera solución "del antagonismo entre el hombre y la naturaleza". Gracias a la abolición positiva de la propiedad privada, la sociedad humana se volverá "la realización de la unidad esencial del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la naturaleza, el naturalismo realizado y el humanismo realizado de la naturaleza". (2)
Estos pasajes no se ocupan directamente del problema ecológico -y de las amenazas sobre el ambiente- pero la lógica de este naturalismopermite un acercamiento de la relación hombres/naturaleza que no sea unilateral. En un texto célebre de Engels sobre El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre (1876), este mismo tipo de naturalismo sirve como fundamento a una crítica de la actividad depredadora humana sobre el ambiente: "No debemos presumir demasiado nuestras victorias humanas sobre la naturaleza. Por cada una de estas victorias, la naturaleza toma venganza sobre nosotros. Es verdad que cada victoria dada, tenemos en primera instancia, los resultados esperados, pero en segunda o tercera instancia son efectos diferentes, inesperados, que anulan demasiado a menudo los primeros. La gente que, en Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y en otras partes, destruyeron los bosques para conseguir tierras cultivables, nunca imaginó que mientras los eliminaban, acababan con los centros de colección y depósitos de humedad, poniendo las bases para el estado desolado actual de esos países. Cuando los italianos de los Alpes cortaron los bosques de pinos de la parte sur, tan queridos por la parte del norte, no tenían la menor idea de que mientras actuaban así cortaron las raíces de la industria lechera de su región; y menos aún preveían que se privaron de ese modo de las fuentes de agua para la mayor parte del año (...). Los hechos nos recuerdan a cada paso que no reinamos sobre la naturaleza como un conquistador reina sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros pertenecemos a ella con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro cerebro, que nosotros estamos en su seno y que todo nuestro dominio en ella reside en la ventaja que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas de conocer sus leyes y poder servirnos de ellas juiciosamente." (3)
Ciertamente, este ejemplo tiene un carácter muy general -no pone en cuestión el modo de producción capitalista sino las civilizaciones antiguas- sin embargo no constituye menos un argumento ecológico de una modernidad sorprendente, ya que tanto pone en guardia contra las destrucciones generadas por la producción como crítica a la deforestación.
Según los activistas ecológicos, Marx, siguiendo a Ricardo, asigna el origen de todo valor y toda riqueza al trabajo humano y desatiende la contribución de la naturaleza.
Esta crítica resulta, en mi opinión, un malentendido: Marx utiliza la teoría del valor-trabajo para explicar el origen del valor de cambio, en el cuadro del sistema capitalista. La naturaleza, por otro lado, participa en la formación de verdadera riqueza que no son los valores de cambio sino los valores de uso. Esta tesis está muy explícitamente adelantada por Marx en la Crítica del Programa de Gotha contra las ideas de Lassalle y sus discípulos: "El trabajo no es la fuente de toda la riqueza. La naturaleza es toda la fuente, tanto de valores del uso (¡que son, igualmente todos, la riqueza real!) como del trabajo, que no es más que la expresión de una fuerza natural, la fuerza de trabajo del hombre". (4)
Los ecologista acusan a Marx y Engels de productivismo. ¿Se justifica esta imputación? No, en la medida que nadie denunció tanto como Marx la lógica capitalista de producción para la producción, la acumulación del capital, de fortunas y de mercancías como un bien en sí mismo. La misma idea de socialismo -al contrario de su miserable caricatura burocrática- es el de una producción de valores del uso, de bienes necesarios para la satisfacción de necesidades humanas. El objetivo supremo del progreso técnico para Marx no es el crecimiento infinito de bienes ("el tener") sino la reducción de la josrnada de trabajo, y el crecimiento del tiempo libre ("el ser"). (5)
Sin embargo, es verdad que se descubre a menudo en Marx o Engels (y todavía más en el marxismo ulterior) una postura poco crítica hacia el sistema de producción industrial creado por el capital y una tendencia a hacer del "desarrollo de las fuerzas productivas" el vector principal del progreso. El "texto" canónico de este punto de vista es el famoso Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859), uno de los escritos de Marx más marcado por un cierto evolucionismo, por la filosofía del progreso, por el cientificismo (el modelo de las ciencias de la naturaleza) y por una visión nada el problematizada de las fuerzas productivas: "A un cierto estadio de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes (...). De las formas de desarrollo de las fuerzas productivas, esas relaciones se vuelven estorbos. Se abre así un tiempo de la revolución social. (...) Una formación social nunca desaparece antes de desarrollar todas las fuerzas productivas que encierra dentro de sí (...)." (6)
En este famoso pasaje, las fuerzas productivas aparecen como "neutras", y la revolución no tiene por tarea abolir las relaciones de producción que se han vuelto un "estorbo" a un desarrollo ilimitado de éstas.
El pasaje siguiente de los Grundrisses es un ejemplo bueno de la admiración poco crítica de Marx para el trabajo "civilizador" de la producción sistema, y para su instrumentalización brutal de la naturaleza: "Así, por consiguiente, la producción fundada en el capital crea por un lado la industria universal, es decir, el sobretrabajo al mismo tiempo que el trabajo creador de valores; por otro lado, un sistema de explotación general de la apropiación de la naturaleza y del hombre (...) El capital empieza por consiguiente a crear la sociedad burguesa y la apropiación universal de la naturaleza y establece una red que engloba a todos los miembros de la sociedad: tal es la gran acción civilizadora del capital.
"Se eleva a un nivel social tal que todas las sociedades anteriores aparecen como desarrollos meramente locales de la humanidad y como una idolatría de la naturaleza. De hecho la naturaleza se vuelve un puro objeto para el hombre, una cosa útil. No se le reconoce ya como una fuerza. La inteligencia teórica de la ley natural tiene todos los aspectos de la artimaña que intenta someter la naturaleza a las necesidades humanas, sea como objeto de consumo, sea como medio de producción". (7)
Parece extraño a Marx y Engels una noción general de los límites naturales del desarrollo de las fuerzas productivas. (8) Se encuentra aquí o allá, como por ejemplo en este pasaje de La ideología alemana la intuición el intutition del potencial destructivo de ellas: "En el desarrollo de las fuerzas productivas, se llega a un estadio donde nacen las fuerzas productivas y los medios de circulación que ya no puede ser más que nefastos en el cuadro de relaciones existentes que no son más fuerzas productivas, sino fuerzas destructivas (la mecanización y el dinero)." (9)
Desgraciadamente, esta idea no es desarrollada por los dos autores, y no es seguro que la destrucción puesta en cuestión aquí sea también de la naturaleza. Por otro lado, en ciertos pasajes que conciernen a la agricultura, se esboza una verdadera problemática ecológica, y una crítica radical a los desastres que resultan del productivismo capitalista.
Lo que se descubre es estos textos es una suerte de teoría de la ruptura del metabolismo entre las sociedades humanas y la naturaleza, como resultado del productivismo capitalista. (10) El punto de partida de Marx son los trabajos del químico y agrónomo alemán German Liebig el cual "tiene uno de los méritos inmortales... por haber hecho notar ampliamente el lado negativo de la agricultura moderna desde el punto de vista científico." (11) La expresión de Riss del Stofwechselses, ruptura o rasgadura del metabolismo -o de los intercambios materiales- aparece principalmente en un pasaje del capítulo 47, "Génesis del sistema capitalista", en el libro III de El Capital: "De una parte, los grandes propietarios financieros reducen la población agrícola a un mínimo en declive constante, de otra, ello se opone una población industrial en crecimiento, apilada en las grandes ciudades: crea en consecuencia las condiciones que provocan una ruptura irreparable (unheilbaren de Riss) en la conexión del metabolismo (Stoffwechsel) social, un metabolismo prescrito por las leyes natural de la vida; de ello resulta el agotamiento de la tierra (verschleudert), gracias al comercio que va más allá de los límites de cada país. (Liebig). (...) "La gran industria y la gran agricultura industrializada actúan en común. Mientras en su origen se distinguieron en eso, que la primera agotaba (verwüstet) y arruinaba la fuerza de trabajo y, por consiguiente, la fuerza natural de los seres humanos, mientras la segunda hace lo mismo directamente con la fuerza natural de la tierra en su desarrollo posterior uniendo sus esfuerzos, en la medida que el sistema industrial en el campo debilita al obrero mientras la industria y el comercio mantienen a los medios de la agricultura que agota a la tierra." (12)
Como en la mayor parte de los ejemplos que veremos después, la atención de Marx se concentra en la agricultura y el problema de la devastación de la tierra, pero conecta esta pregunta con un principio más general: la ruptura en el sistema de intercambio material (Stoffwechsel) entre las sociedades humanas y el ambiente, en contradicción con "las leyes natural de vida". Es interesante también notar dos sugerencias importantes, aunque poco desarrolladas por Marx: la cooperación entre la industria y la agricultura en este proceso de ruptura, y la extensión del daño, gracias al comercio internacional, a una escala global.
El tema de la ruptura del metabolismo se descubre también en un pasaje conocido del libro de El Capital: la conclusión del capítulo sobre la gran industria y la agricultura. Es uno de los raros textos de Marx donde él explicita la cuestión de las devastaciones provocadas por el capital en el ambiente natural -así como una visión dialéctica de las contradicciones del "progreso" inducido por las fuerzas productivas: "La producción capitalista... destruye no sólo la salud física del obrero urbano y la vida espiritual del trabajador rural, sino que vuelve un problema el intercambio material (Stoffwechsel) entre el hombre y la tierra, así como la eterna condición natural de la fertilidad duradera (dauernder) de la tierra, haciendo más difícil la restitución de la tierra porque los ingredientes que requiere le son quitados y usados bajo la forma de alimentos, de ropa, etc. Al transformar las condiciones en que este intercambio se ajusta espontáneamente, esta circulación se ve obligada a restablecer de una manera sistemática, bajo una forma adecuada al desarrollo humano integral y como ley reguladora de la producción social. (...) Por otro lado, cada progreso de la agricultura capitalista no sólo es un progreso en el arte de explotar al trabajador, sino también en el arte de despojar a la tierra; cada progreso en el arte para aumentar fertilidad de ella por un tiempo, es un progreso en la ruina de sus fuentes duraderas de fertilidad. Más un país, los Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, se desarrolla sobre la base de la gran industria, más este proceso de destrucción se hace realidad rápidamente. La producción capitalista desarrolla la técnica y la combinación de los proceso de producción social mientras va minando (untergräbt), al mismo tiempo, las dos fuentes de donde sale toda riqueza: la tierra y el trabajador". (13)
Varios aspectos son notables en este texto: en primer lugar, la idea de que el progreso puede ser destructivo, un "progreso" en la degradación y el deterioro del ambiente natural. El ejemplo escogido no es el mejor, y parece demasiado limitado -la pérdida de fertilidad de la tierra- pero no pone menos la cuestión más general del atentado al medio natural, a las "condiciones naturales eternas", por la producción del sistema capitalista.
La explotación y la degradación de trabajadores y de la naturaleza son puesto aquí en paralelo, como resultado de la misma lógica depredadora, la de la gran industria y la agricultura capitalista.
Es un tema que a menudo regresa en El Capital, por ejemplo en esos pasajes del capítulo sobre la jornada de trabajo: «la limitación del trabajo manufacturero ha sido dictada por la necesidad, por la misma necesidad que derramó guano sobre los campos de Inglaterra. La misma avaricia ciega que agota la tierra, atacó hasta sus raíces la fuerza vital de la nación. (...) En su pasión ciega y excesiva, en su glotonería de trabajo extraordinario, el capital no sólo pasa los límites morales, sino también el límite fisiológico extremo de la jornada de trabajo. (...) Y se atiene a su meta abreviando la vida del trabajador, lo mismo que del agricultor, ávido de obtener de su tierra un mayor rendimiento mientras su fertilidad se agota.» (14) Esta asociación directa entre la explotación del proletariado y la de la tierra, a pesar de sus límites, abre el campo de una reflexión sobre la articulación entre la lucha de clases y la lucha en defensa del ambiente, en una lucha común contra la dominación del capital.
Estos textos diferentes ponen en evidencia la contradicción entre la lógica inmediata del capital y la posibilidad de una agricultura «racional» fundada en una temporalidad más larga y en una perspectiva duradera e intergeneracional que respete el ambiente: «Incluso uno de los químicos agrícolas bastante conservador como Johnston por ejemplo, reconocen que la propiedad privada es un límite intransitable para una agricultura verdaderamente racional. (...) Toda el espíritu de la producción capitalista, orientada hacia la ganancia monetaria inmediata, está en contradicción con la agricultura que debe tomar en cuenta el conjunto permanentemente (ständigen) de las condiciones de vida de la cadena de generaciones humanas. Un ejemplo llamativo son los bosques, que se manejan hasta cierto punto de acuerdo con el interés general allí donde no están sometidos a la propiedad privada por la gestión estatal.» (15)
Después del agotamiento de la tierra, el otro ejemplo de desastre ecológico sugerido por los textos de Marx y Engels citados aquí es el de la destrucción de los bosques. Aparece a menudo en El Capital: "el desarrollo de la civilización y de la industria en general (...) siempre se muestra tan activo en la devastación de los bosques que todo lo que pueda emprenderse para su conservación y producción es completamente pequeño en comparación". (16) Los dos fenómenos señalados -el deterioro de los bosques y de la tierra- además se ligan estrechamente en sus análisis. En un pasaje de la Dialéctica de la Naturaleza, Engels menciona la destrucción de bosques cubanos por los grandes productores de café españoles y la resultante desertización de tierras como ejemplos de la actitud inmediata y depredadora la naturaleza del «actual modo de producción» y de su indiferencia por «los efectos naturales» dañinos de sus acciones a largo plazo. (17)
El problema de la contaminación del ambiente no está ausente de sus preocupaciones, pero se aborda casi exclusivamente bajo el ángulo de la insalubridad de los distritos obreros de las grandes ciudades inglesas. El ejemplo más llamativo son las páginas de La condición de la clase obrera inglesa en donde Engels describe con horror e indignación la acumulación de deshechos y residuos industriales en calles y arroyos, el dióxido de carbono que reemplaza al oxígeno y envenena la atmósfera, las exhalaciones de ríos contaminados, etc. (18) Implícitamente, estos pasajes, y otros análogos ponen en cuestión la polución del ambiente por la actividad industrial capitalista, pero el cuestionamiento nunca se plantea directamente.
¿Cómo definen Marx y Engels al programa socialista en relación al ambiente natural? ¿Qué transformaciones del sistema productivo deben conocerse para hacerlo compatible con el resguardo de la naturaleza? Ellos parecen concebir a menudo la producción socialista simplemente como la apropiación colectiva de las fuerzas y medios de producción desarrollados por el capitalismo: una vez abolida la "traba" que representan las relaciones de producción, y en particular las relaciones de propiedad, estas fuerzas podrán desarrollarse sin estorbos. Habría, entonces, una suerte de continuidad sustancial entre el aparato productivo capitalista y el socialista, ya que la posición socialista es sobre todo la gestión planeada y racional de esta civilización material creada por el capital.
Por ejemplo, en la célebre conclusión del capítulo sobre la acumulación primitiva del capital, Marx escribe: "El monopolio del capital se vuelve un estorbo para el modo de producción que creció y prosperó con él y bajo sus auspicios. La socialización del trabajo y la centralización de sus recursos materiales llegan a un punto donde no pueden contener su desarrollo capitalista ya. Este desarrollo estalla en pedazos. La hora de la propiedad capitalista ha sonado. (...) La producción capitalista engendra ella misma su propia negación con la fatalidad que preside sus metamorfosis la naturaleza". (19) Además del determinismo fatalista y positivista, este pasaje parece dejar intacta, en la perspectiva socialista, el conjunto del modo de producción creado "bajo los auspicios" del capital, poniendo en cuestión aquello que "envuelve" a la propiedad privada, que se vuelve un "estorbo" para el desarrollo de los recursos materiales de la producción.
La misma lógica "continuista" preside en ciertos pasajes del Anti-Dühring, donde la cuestión es la del socialismo como sinónimo de desarrollo ilimitado de fuerzas productivas: "Las fuerzas de expansión de los medios de producción tienen que hacer saltar sus cadenas con las que el modo de producción capitalista las había aprisionados. La liberación de sus cadenas es la única condición requerida para un desarrollo de fuerzas productivas ininterrumpido y siempre progresando a ritmos cada vez más rápidos, y por tanto, para un crecimiento sin límites de la producción." (20) Por eso se dice que el problema del ambiente está ausente de esta concepción del pasaje al socialismo.
Sin embargo, se encuentran también otros escritos que toman en cuenta la dimensión ecológica para el programa socialista y abren algunas pistas interesantes. Vimos ya que en los Manuscritos de 1844 se refiere al comunismo como "la verdadera solución del antagonismo entre el ser humano y la naturaleza". Y en el pasaje citado ya del volumen I de El Capital, Marx deja entender que las sociedades pre-capitalistas aseguran "espontáneamente" (naturwüchsig) el metabolismo (Stoffwechsel) entre los grupos humanos y la naturaleza; en el socialismo (la palabra no aparece directamente, pero se puede inferir por el contexto) debe restablecerce de forma sistemática y racional, "como ley reguladora de la producción social." Es una pena que ni Marx ni Engels desarrollaran esta intuición, fundada sobre la idea de que las comunidades pre-capitalistas vivieron espontáneamente en armonía con su habitat natural, y que la tarea del socialismo es establecer esta armonía con nuevas bases. (21)
Algunos pasajes de Marx parecen considerar la conservación del ambiente natural como una tarea fundamental del socialismo. Por ejemplo, el volumen III de El Capital opone a la lógica capitalista de la gran producción agrícola, fundada en la explotación y el agotamiento de las fuerzas de la tierra, otra lógica, de naturaleza socialista: "el tratamiento conscientemente racional de la tierra como propiedad comunal eterna, y como condición inalienable (unveräusserlichen) de la existencia y de la reproducción de la cadena de generaciones humanas sucesivas". Un razonamiento análogo se descubre algunas páginas más adelante: "Incluso una sociedad entera, una nación, en fin, todas las sociedades contemporáneas juntas, no son dueñas de la tierra. Ellos sólo la ocupan, los usufructuarios (Nutzniesser), y ellos deben, como bonis patres familias (el buen padre de familia), de dejarla en buen estado a las generaciones futuras". (22) En otros términos: Marx parece aceptar "el Principio de Responsabilidad" estimado por Hans Jonas, la obligación de cada generación de respetar el ambiente -la condición de existencia para las generaciones humanas futuras.
En algunos textos, el socialismo está asociado con la abolición de la separación entre la ciudad y el campo, y por consiguiente con la supresión de la polución industrial urbana: "Sólo por la fusión de la ciudad y el campo es que se puede eliminar la intoxicación actual del aire, el agua y la tierra; solo eso puede permitir a las masas, que hoy languidecen en las ciudades, que donde haya estiércol eso servirá para producir plantas, en lugar de producir enfermedades". (23) La formulación es malograda - ¡la cuestión se reduce a un problema del metabolismo del estiércol humano!- pero vuelve a plantear una cuestión esencial: ¿cómo poner fin al envenenamiento industrial del ambiente? La novela utópica del gran escritor marxista libertario William Morris, Noticias de Cualquier Parte (1890), es una tentativa fascinante de imaginar un nuevo mundo socialista, donde las grandes ciudades industriales habían cedido su lugar a un habitat urbano/rural respetuoso del ambiente natural.
Finalmente, todavía en este mismo volumen III de El Capital, Marx ya no define al socialismo como el "dominio" o el control humano sobre la naturaleza, sino como el control de los intercambios materiales con la naturaleza: en la esfera de la producción material, "la única libertad posible es la regulación racional, por el ser humano socializado, por los productores asociados, de su metabolismo (Stoffwechsel) con la naturaleza, que ellos controlarán juntos en lugar de ser dominada por él (ihm) como por una fuerza ciega." (24) Esta idea volverá a ser tomada en cuenta, casi palabra por palabra, por Walter Benjamín, uno de los primeros marxistas del siglo veinte que volvió a plantear este tipo de preguntas: desde 1928, en su libro Sentido Único denunció la idea de la dominación de la naturaleza como "una bandera imperialista" y propuso una nueva concepción de la técnica como "el dominio de las relaciones entre la naturaleza y la humanidad". (25)
No sería difícil encontrar otros ejemplos de una real sensibilidad a la cuestión del ambiente natural de la actividad humana. Aunque falta en Marx y Engels una perspectiva ecológica de conjunto. Por otro lado, es imposible pensar una ecología crítica a la altura de los desafíos contemporáneos, sin tomar en cuenta la crítica marxista de la economíapolítica, que pone en cuestión la lógica destructiva inducida por la acumulación ilimitada del capital.
Una ecología que ignora o desprecia al marxismo y su crítica al fetichismo de la mercancía se condena a no ser más que un correctivo de los «excesos» del productivismo capitalista. Se podría concluir provisionalmente esta discusión con una sugerencia, que me parece pertinente, adelantada por Daniel Bensaïd en su reciente -y notable- trabajo sobre Marx: reconociendo que sería abusivo exonerar a Marx de las ilusiones "progresistas" o "prometeicas" de su tiempo, también lo es el presentarlo como un fanático de la industrialización, por eso nos propone un camino más fecundo: establecerse en las contradicciones de Marx y tomarlos en serio. La primera de estas contradicciones es, por supuesto, ese credo productivista de ciertos textos y la intuición de que el progreso puede ser la fuente de la destrucción irreversible del ambiente natural. (26)
La cuestión ecológica es, en mi opinión, el gran desafío para la renovación del pensamiento marxista en el umbral del siglo XXI. Ella exige de los marxistas una ruptura radical con la ideología del progreso lineal y con el paradigma tecnológico y económico de la civilización industrial moderna. Ciertamente, no se trata –y eso va de suyo- de poner en cuestión la necesidad del progreso científico y técnico, así como de la elevación de la productividad del trabajo: esas son condiciones fuera de controversia para dos objetivos esencial del socialismo: la satisfacción de las necesidades sociales y la reducción de la jornada de trabajo. El desafío es reorientar el progreso para volverlo compatible con la preservación del equilibrio ecológico del planeta. El talón de Aquiles del razonamiento de Marx y Engels era, en ciertos "textos" canónicos, una concepción acrítica de las fuerzas productivas capitalistas -es decir: del aparato técnico/productivo capitalista/industrial moderno- como si ellas fueran "neutras" y como si fuera suficiente para los revolucionarios socializarlas, reemplazar su apropiación privada por una apropiación colectiva, para beneficiar así a los trabajadores obreros y desarrollarlas de manera ilimitada.
Pienso que sería necesario aplicar al aparato productivo formado por el capital el mismo razonamiento que Marx propuso, en La guerra civil en Francia de 1871, para el aparato del Estado: "La clase obrera no puede estar satisfecha con tomar tal cual la máquina del Estado y hacerla funcionar por su propia cuenta". (27) Mutatis mutando, los trabajadores no pueden estar satisfechos con tomar tal cual la «máquina» capitalista productiva y hacerla funcionar por su propia cuenta: ellos deben transformarla radicalmente -el equivalente de eso que Marx llama en una carta a Kugelmann sobre la Comuna de París, «romper el aparato de Estado» burgués- en función de criterios socialistas y criterios ecológicos. Lo que no sólo implica el reemplazo de formas de energía destructivas por fuentes de energía renovables y no contaminantes, como la energía solar, sino también una transformación profunda del sistema productivo heredado del capitalismo, así como del sistema de transportes y del sistema del habitat urbano.
Para terminar, el ecosocialismo implica un radicalización de la ruptura con la civilización material capitalista. En esta perspectiva, el proyecto socialista apunta no sólo una nueva sociedad y a un nuevo modo de producción, sino también a un nuevo paradigma de civilización.www.ecoportal.net
Michael Lowy - Publicado en J. M. Harribey & Michael Löwy ed., Capital contre nature, PUF, 2003. Traducción: Andrés Lund Medina
Notas:
(1) F.Engels, Anti-Dühring, Paris, Ed. Sociales, 1950, p. 322
(2) K.Marx, Manuscrits de 1844. Economie politique et philosophie, Paris, Ed. Sociales, 1962 , pp. 62, 87, 89.
(3) F.Engels, La dialectique de la nature, Paris, Editions Sociales, 1968, pp. 180-181.
(4) K.Marx, Critique des Programme de Gotha et d’Erfurt, Paris, Ed. Sociales, 1950, p.18. Ver también Le Capital, Paris, Garnier/Flammarion, 1969, I, p. 47:“El trabajo no es entonces la única fuerza de valores de uso que él produce, de la riqueza material. Ël es padre y la tierra la madre, como dice William Petty”.
(5) Sobre la oposición entre “tener” y “ser”, ver Manuscrits de 1844 p. 103 : “Menos eres, menos manifiestas tu vida, más posees, más tu vida alienada se acrecienta, más acumulas de tu ser alienado”. Sobre el tiempo libre como principal base del socialismo, ver Das Kapital, III, p. 828.
(6) K.Marx, Préface à la Contribution à la critique de l’économie politique, Paris, Ed. Sociales, 1977, p.3
(7) K.Marx, Fondements de la Critique de l’Economie Politique, Paris, Anthropos, 1967, pp. 366-367.
(8) Para una discusión detallada de esta cuestión, véase el texto de Ted Benton del libro en francés, del que se tomó este texto: J. M. Harribey & Michael Löwy ed., Capital contre nature, PUF, 2003
(9) K.Marx, L’Idéologie allemande, Paris, Ed. Sociales, p. 67-68.
(10) Retomo ese término, y el análisis que sigue, de la importante obra de John Foster Bellamy, Marx’s Ecology. Materialism and Nature, N.York, Monthly Review Press, 2001, pp. 155-167.
(11) K.Marx, Le Capital, trad. Joseph Roy, Paris, Editions Sociales, 1969, tome I, p.660.
(12) K.Marx, Das Kapital, III, Berlin, Dietz Verlag, 1960, Werke, Band 25, p. 821.
(13) K.Marx, Le Capital I, p. 363, revisada y corregida después del original alemán, Das Kapital I, pp. 528-530..
(14) Marx, Le Capital, I, pp. 183-200.
(15) Marx, Das Kapital III, pp. 630-631.
(16) Das Kapital, II, p. 247.
(17) F.Engels, Dialectics of Nature, Moscou, Progress Publishers, 1964, p. 185.
(18) F.Engels, The Condition of the Working-Class in England (1844), en Marx, Engels, On Britain, Moscow, Forein Language Publishing House, 1953, pp. 129-130.
(19) Marx, Le Capital, I, pp. 566-567.
(20) F.Engels, Anti-Dühring, p. 321.
(21) Este aspecto del texto se perdió en la traducción de El Capital por J.P. Lefebvre, citado en la traducción del artículo de Ted Benton, en la medida donde naturwüchsig -« spontané »- es traducido por "origen simplemente natural".
(22) K.Marx, Das Kapital, III, p. 784, 820. La palabra "socialismo" no aparece en esos pasajes, pero está implícito.
(23) F.Engels, Anti-Dühring, p. 335. Ver tambien el pasaje siguiente de La question du logement (Paris, Editions Sociales, 1957, p. 102) de Engels: «La supresión de la oposición entre la ciudad y el campo no es más una utopía que la supresión del antagonismo entre capitalistas y asalariados. (...) Nadie reclama con más fuerza que Liebig en sus obra sobre la química agrícola en demandar primero y constantemente que el hombre devuelva a la tierra lo que él tomó de ella y demuestra que la sola existencia de las ciudades, principalmente de las grandes ciudades, ponen obstáculos para ello.» Lo que sigue del argumento vuelve, una vez más, a «los estiércoles naturales» producidos por las grandes ciudades.
(24) Marx, Kapital III, p. 828. Ted Benton, qui semble avoir lu ce texte en traduction, se demande si , en parlant de "contrôler ensemble", Marx se refère à la nature ou à l’échange avec elle. Le texteallemand ne laisse pas de place au doute, puisqu’il s’agit du masculin (ihm) du métabolisme et non du féminin de la nature...
(25) W.Benjamin, Sens Unique, Paris, Lettres Nouvelles - Maurice Nadeau, 1978, p. 243.
(26) D.Bensaïd, Marx l’intempestif, Paris, Fayard, 1995, p.347.
(27) Marx, La guerre des classes en France 1971 en, Marx, Engels, Lénine, Sur la Commune, Moscou, Editions du Progrès, 1971, p. 56. Edición digital de la Fundación Andreu Nin, febrero 2008